Pensamientos positivos

Pensamientos positivos

Pensamiento positivo. Este artículo en audio.

Los pensamientos positivos son afirmaciones o ideas que generan una perspectiva optimista, motivadora y constructiva. Estos pensamientos pueden influir en nuestra actitud, emociones y acciones, y pueden ayudarnos a mantener una mentalidad positiva y enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva. Aquí hay algunos ejemplos de pensamientos positivos:

  1. «Soy capaz de enfrentar cualquier desafío que se presente en mi camino.»
  2. «Confío en mi capacidad para lograr mis metas y sueños.»
  3. «Agradezco las bendiciones que tengo en mi vida y me enfoco en lo positivo.»
  4. «Acepto y amo a mi mismo/a tal como soy, con todas mis fortalezas y debilidades.»
  5. «Cada día es una oportunidad para crecer y aprender algo nuevo.»
  6. «Soy merecedor/a de amor, éxito y felicidad.»
  7. «El pasado no define mi futuro; puedo crear la vida que deseo.»
  8. «Elijo ver las situaciones difíciles como oportunidades de crecimiento y superación.»
  9. «Mis pensamientos positivos y mi actitud determinan mi realidad.»
  10. «Creo en mi capacidad para encontrar soluciones creativas a los desafíos que enfrento.»

Recuerda que cultivar pensamientos positivos requiere práctica y perseverancia. Puedes utilizar técnicas como la afirmación diaria, la visualización creativa y la gratitud para fortalecer tu mentalidad positiva. Además, rodearte de personas positivas y consumir contenido inspirador también puede influir en tus pensamientos y emociones.

Asertividad Un camino hacia la felicidad

Hoy en día tiene mucha importancia la forma de interactuar con los demás o de relacionarse a nivel interpersonal.

Vivimos en un entorno social en el que las habilidades que poseemos para entender y comprender al otro, así como para expresar o comunicar nuestras opiniones y sentimientos, juegan un papel importantísimo a la hora de desarrollar una adecuada relación.

Conductas tan habituales como hablar con un amigo, pedir algo prestado a alguien, participar en una reunión de trabajo, decir no a un vendedor pesado o negociar un aumento de sueldo, pueden crear malestar o conflicto a muchas personas.

Por ello es importante desarrollar técnicas, estrategias o habilidades que nos ayuden a hacer frente a estas situaciones

EL ENTRENAMIENTO ASERTIVO

Este tipo de entrenamiento permite reducir el malestar, pues nos enseña a defender y a autoafirmar los propios derechos, sin agredir ni ser agredidos, posibilitando también aumentar la capacidad para transmitir a otros nuestras opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirnos mal por ello.

Ser asertivo significa tener una autoestima alta, creer en nuestros derechos y así poder relacionarnos con los demás de igual a igual, sin sentirnos inferiores o superiores a ellos. La persona asertiva respeta y es respetada, y es capaz de defender sus intereses.

Las personas no asertivas o pasivas no creen tener estos derechos por ello, no defienden sus intereses. Se muestran muy pendientes de lo que los demás piensan de ellos y, para evitar cualquier tipo de conflicto o discusión con el otro, prefieren acatar sus órdenes o decir que sí a todo, aunque vaya en contra de sus creencias u opiniones. Piensan que así lograran el cariño o la amistad del otro, cuando lo único que consiguen es que se aprovechen de ellos y les pierdan el respeto. Son personas que no se respetan a sí mismas.

Debido a este comportamiento, van acumulando rabia y resentimiento que, con el tiempo, provocará arrebatos de agresividad. Muchos de estos sujetos que explotan con violentos accesos de ira se caracterizan por una conducta de pasividad e inexpresividad, excepto en estos episodios ocasionales de cólera repentina (que injustamente, dirigen a personas pertenecientes a su familia con los que tienen más confianza)

las personas no asertivas no deciden por sí mismas, sino por lo que los demás quieren o esperan de ellas. Esto les impide crear una identidad y, en muchas ocasiones, tienen que resignarse a depender del otro. No llevan a cabo sus deseos y, a veces, tampoco se plantean lo que quieren o piensan sobre las cosas.

Se preocupan de entender al otro, pero no a sí mismos.

Este es el caso de muchas personas con trastornos de la alimentación, sobre todo las bulímicas, y de mujeres maltratadas, a las que les resulta muy difícil decir «NO» o «BASTA», porque quizás se sienten inferiores, con una autoestima muy baja y piensan que no tienen derecho a decirlo ni a expresar su indignación y rabia.

Cuando estas personas empiezan a adquirir derechos, adoptan una postura más asertiva, expresando lo que sienten y piensan, pidiendo favores, anteponiendo sus necesidades a las de los demás sin sentirse culpables. En definitiva, toman las riendas de su propia vida y se enfrentan a aquellas situaciones que antes evitaban por miedo a no caer bien, sentirse rechazados o no entendidas o, simplemente pensar de distinta forma a los demás. También, y a medida que van adquiriendo habilidades asertivas, van desapareciendo los accesos de rabia o pasividad.

Derechos asertivos o derechos humanos básicos (también podéis verlos aquí en formato pps, en el documento «Ser asertivo significa…»)

  • •        Derecho a ser tratado con respeto y dignidad
  • •        Derecho a realizar peticiones sin tener que sentirse egoísta o culpable
  • •        Derecho a experimentar y expresar los propios sentimientos y opiniones
  • •        Derecho a cambiar de opinión
  • •        Derecho a ser independiente
  • •        Derecho a equivocarse y a cometer errores
  • •        Derecho a pedir lo que se quiere (sabiendo que la otra persona tiene derecho a decir NO)
  • •        Derecho a ser escuchado y a ser tomado en serio
  • •        Derecho a que las propias necesidades sean tan importantes como las de los demás
  • •        Derecho a tener derechos y defenderlos
  • •        Derecho a decir NO sin sentir culpa
  • •        Derecho a gozar y disfrutar
  • •        Derecho a pedir información y ser informado
  • •        Derecho al propio descanso, aislamiento, siendo asertivo
  • •        Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer
  • •        Derecho a pedir aclaraciones de las cosas
  • •        Derecho a hablar de uno mismo sin sentirse cohibido
  • •        Derecho a expresar los gustos e intereses de forma espontánea
  • •        Derecho a aceptar los cumplidos sin sentirse incómodo.

Personas agresivas

Estas personas tienen una conducta de defensa ante sus intereses personales, sin tener en cuenta ni los sentimientos ni las opiniones de los demás. Suelen adoptar una conducta amenazante y ofensiva. Pisan a los demás sin considerar las necesidades ajenas. El agresivo no acepta la opinión del otro, no escucha.

En la sociedad actual, muchas veces se confunde o se asocia esta conducta agresiva con la imagen de una persona segura de sí misma, con autoestima alta, ideas claras y fuerte personalidad. Nada más lejos de la realidad, pues tan des adaptativa es la conducta no asertiva o pasiva como la agresiva. Ambas posturas denotan problemas de relación.

Incluso podría decirse que muchas de las personas que se comportan de forma agresiva se sienten en realidad inseguras o vulnerables, usando esta actitud como defensa, como una coraza que los protege y defiende de los comentarios o conductas de los demás.

Pasos para ser asertivos

A) Tener un sistema de creencias que mantenga el respeto por los derechos anteriormente citados

B) Poder diferenciar las distintas conductas (no asertiva-pasiva, asertiva, agresiva) y así reconocer nuestra actuación e identificar nuestros errores

C) Darnos cuenta de que lo que nos decimos a nosotros mismos puede influir en nuestra conducta y nuestros sentimientos

D) Expresar sentimientos como «Yo pienso», «Yo opino», sin acusar a nadie. Esto provoca seguridad. Nadie puede echarte en cara algo que sientes, pues es tuyo y te pertenece, siempre y cuando respetes los derechos ajenos.

Cuadro Comparativo de las distintas conductas. Técnicas para evitar la manipulación y anulación de nuestros derechos…

TRES ESTILOS DE RESPUESTA EN LA FORMA DE COMUNICARSE

INHIBIDO, PASIVO, se caracteriza por: Demasiado poco, demasiado tarde; demasiado poco, nunca.         ASERTIVO, se caracteriza por: Conductas apropiadas y suficientes en el momento correcto.         AGRESIVO, se caracteriza por: Demasiado, demasiado pronto; demasiado, demasiado tarde.

  • •        Conducta no verbal:
  • u       Ojos miran hacia abajo
  • o       Tono vacilante o de queja
  • o       Voz baja    •        Conducta no verbal:
  • o       Contacto ocular directo
  • o       Habla fluida
  • o       Gestos firmes     •       
  • Conducta no verbal:
  • o       Mirada fija
  • o       Voz alta, intimidatoria
  • o       Gestos amenazantes
  • •        Conducta verbal:
  • o       Quizás, supongo…
  • o       Te importaría mucho…
  • o       No te molestes…
  • o       Realmente no es importante…       
  • Conducta verbal:
  • yo     Pienso, siento, quiero…
  • o       Hagamos…
  • o       ¿qué te parece?
  • o       Mensajes en 1ª persona, verbalizaciones positivas •      
  • Conducta verbal:
  • o       Harías mejor en…
  • o       Ten cuidado…
  • o       Si no lo haces…
  • o       Debes estar bromeando…
  • o       Mensajes impersonales
  • •        Efectos:
  • o       Conflictos interpersonales.
  • o       Depresión.
  • o       Imagen pobre de uno mismo.
  • o       Pierde oportunidades.
  • o       Se siente enfadado.         
  • Efectos:
  • o       Resuelve los problemas.
  • o       Se siente a gusto con los demás y consigo mismo.
  • o       Se siente satisfecho.
  • o       Se siente con control.      
  • Efectos:
  • o       Conflictos interpersonales.
  • o       Culpa.
  • o       Frustración.
  • o       Imagen pobre de sí mismo.
  • o       Hace daño a los demás.
  • o       Se siente enfadado.

EJEMPLO

    Luisa cree que necesita un descanso y ha decidido que sería bueno salir al cine con una amiga esa noche. Llama a su hermano para pedirle que se quede con su padre, al que cuida, hasta que ella vuelva. Su hermano le dice que no puede.

  • •        Luisa pasiva: «está bien, no te preocupes, ¡hasta luego!»
  • •        Luisa agresiva: «pero ¿qué te crees?, ¿qué tengo yo que hacerlo todo?, ¡me tienes harta!
  • •        Luisa asertiva: «entiende que últimamente estoy agotada y me vendría bien salir lo antes posible; si no puedes hoy ¿cuándo puedes?».

La conducta asertiva es la más adecuada, pues ayuda al sujeto a expresarse libremente y a conseguir los objetivos propuestos, sin ofender ni manipular.

Algunos pensamientos irracionales o suposiciones falsas violan nuestros derechos, nos impiden ser asertivos, y nos causan conflictos. Entre ellos, destacan:

  • 1.      Es vergonzoso cometer errores
  • 2.      Hay que ser siempre lógico y consecuente
  • 3.      Es peligroso mostrarse débil porque se pueden aprovechar de ti
  • 4.      Es ser egoísta anteponer las necesidades propias a las de los demás
  • 5.      Es horrible que las cosas no salgan de la misma forma que a uno le gustaría
  • 6.      Es necesario para un ser humano ser querido y aceptado por todos
  • 7.      Uno debe de estar siempre preocupado por los problemas de los demás
  • 8.      Hay que intentar adaptarse siempre a los demás. De lo contrario, no se encuentran cuando se necesitan
  • 9.      No puedo mostrar mis verdaderos sentimientos. Es peligroso lo que puedan pensar los demás de mi
  • 10.    Hay que ser sensible a las necesidades y deseos ajenos, aun cuando éstos sean incapaces de demostrarlos
  • 11.    Hay que tener siempre una buena razón para todo lo que se siente y hace

Cuando nos creemos estos pensamientos y actuamos con respecto a ellos, invalidamos o negamos nuestros auténticos derechos.

Una de las técnicas más positiva para ser asertivo es la denominada subjetiva, cuyos pasos serían los siguientes:

  • 1.- Exponer lo que hace el otro: «Cuando tú haces…»
  • 2.- Expresar cómo te sientes tú, o lo que te provoca esto: «Entonces yo me siento…»
  • 3.- Expresar lo que preferirías: «Preferiría que…»
  • Técnicas para evitar la manipulación y anulación de nuestros derechos
  •  1) Tánica del disco roto o rayado
  • Repetir con tranquilidad nuestra opinión sin discutir y sin atacar a los demás. De este modo, el otro se acaba cansando de decir todo rato lo mismo
  • Ej.: «Si, ya oigo lo que me dices, pero mi punto de vista es…» «Si, pero yo decía…»
  • 2) Técnica de ignorar
  • Aplazar nuestra respuesta para más tarde porque nuestro interlocutor está enfadado y no nos deja defendernos
  • Ej.: «Veo que estás muy enfadado, así que mejor que lo dejemos para luego».
  • 3) Técnica del acuerdo asertivo
  • Responder a la crítica reconociendo que se ha cometido un error, pero separándolo del hecho
  • de ser una buena o mala persona. Admitir el erro, pero separar el hacer del ser.
  • Ej.: «Si, ya sé que esto no lo hice bien, pero normalmente no lo suelo hacer»
  • 4) Técnica de la pregunta asertiva
  • Interrogar a quien nos critica con preguntas que nos ayudan a entender su punto de vista y el motivo de su critica
  • Ej.: «Entiendo que no te gustara mi forma de actuar, pero, en sí, ¿qué es lo que te molestó? ¿qué hay en mi forma de hablar que te desagrada?»
  • 5) Técnica de la claudicación simulada o banco de niebla
  • Mostrase de acuerdo con la postura del otro, pero sin que nosotros cambiemos la nuestra. Aparentamos ceder terreno sin cederlo realmente
  • Ej.: «Es posible que tengas razón no debería haber
  • Diferencia entre oposición y aceptación asertiva

La aceptación consiste en transmitir calidez y expresar cumplidos o elogios de forma sincera y, así, reforzar verbalmente al otro. Mediante estas expresiones halagadoras, conseguimos una actitud muy positiva por parte del otro, que agradece nuestros cumplidos. Por ejemplo: «Te queda muy bien este vestido…» Me gusta mucho tu voz dulce»…

La aceptación asertiva se usa cuando no necesitas defenderte ni oponerte a ningún comentario de los demás, únicamente ser amable, originando en el otro una actitud de escucha muy positiva para la relación

La oposición asertiva, sin embargo, nos sirve para hacer frente a comentarios poco agradables, provenientes de personas que nos impiden expresar nuestros criterios o sentimientos, nos imponen sus demandas o intentan aprovecharse.

Seguramente mediante esta oposición asertiva consigamos consecuencias positivas, como el cambio en el otro o, al menos, una satisfacción personal por haber podido expresar nuestras opiniones adecuadamente, sin ceder a las exigencias del otro y, por tanto, no provocándonos indefensión ni frustración.

Con todas estas técnicas, conseguiremos que nuestras relaciones interpersonales mejoren, pero, sobre todo, harán que nos sintamos mejor con nosotros mismos y, por tanto, serán un cambio hacia nuestra felicidad.

¡Di sí al asertividad!