El Poder de la Mente Sub. 19 y 20

El Poder de la Mente Sub. 19 y 20

EL PODER DE LA MENTE SUBCONSCIENTE
Joseph Murphy

Capítulo 19º

Capítulo 20ª

19. Elimine el temor utilizando la mente subconsciente
Me contaba un estudiante que al ser invitado a decir un discurso durante un banquete, se había azarado muchísimo. La sola idea de hablar ante tanta gente le llenó de temor. Sin embargo, resolvió ven­cerlo y se sentó durante varias noches en un cómodo sillón, diciéndo­se a sí mismo, en una forma positiva, sosegada y tranquila: «Debo eliminar este temor; lo estoy venciendo en este momento. Estoy tran­quilo y es muy fácil lograrlo. Hablaré con confianza y sosiego». Repi­tió esta frase durante cinco minutos cada vez, con lo cual puso a fun­cionar una definida ley mental, venciendo así el temor.
La mente subconsciente se deja impresionar y controlar por la sugestión. Cuando usted se relaja, aquieta su mente y los pensamientos de su mente consciente se transfieren a la mente subconsciente mediante un proceso parecido al osmosis; por este proceso los flui­dos que se encuentran separados por una membrana porosa se entremezclan, pasando a uno y otro lado. Cuando estos pensamientos o se­millas crecen, fructificando según la especie; usted se convierte en una persona equilibrada, calmada y sosegada.


EL MAYOR ENEMIGO DEL HOMBRE
Se dice que el miedo es el mayor enemigo del hombre. El miedo es un pensamiento, una cosa formada por su mente y usted les tiene miedo a sus propios pensamientos. El miedo está detrás del fracaso, de la enfermedad y de las pobres relaciones con los demás. Es muchí­sima la gente que le teme al pasado, al futuro, a la vejez, a la enferme­dad y a la muerte.
Un niño puede paralizarse de miedo cuando se le dice que hay un fantasma bajo su cama y que se lo va a llevar. Pero cuando su pa­dre enciende la luz y le demuestra que no hay tal fantasma bajo su ca­ma, pierde el miedo. El miedo en la mente del niño era tan real como el fantasma bajo su cama; estaba paralizado por el falso pensamiento que le habían hecho crear, pero comprobó que lo que él temía no existía. En esta misma forma sus temores no tienen razón de ser. Son realmente un conjunto de sombras siniestras y las sombras no tienen una realidad concreta.


HAGA LO QUE TANTO TEME
El filósofo y poeta Ralph Waldo Emerson dijo: «Haga aquello que usted terne hacer y lo eliminará».
Al principio -de mis conferencias me llenaba siempre de terror cuando me paraba ante el auditorio. La forma como lo vencí fue pa­rándome ante el auditorio y haciendo aquello que me atemorizaba, dictar la conferencia; eliminé el temor y aún continúo dictando mis conferencias.
Al afirmar positivamente que desea vencer sus temores, su men­te consciente toma una decisión definitiva liberando el poder del sub­consciente, este fluye respondiéndole, de acuerdo con la naturaleza de sus pensamientos.


DESTERRO SU TEMOR
Una joven cantante fue invitada a dar una audición. Sin embargo, en tres ocasiones anteriores había fracasado debido a su temor al pú­blico y ahora estaba preocupada por su próxima presentación.
Sabía que tenía una voz estupenda, pero estaba segura que al momento de cantar el temor se apoderaría de ella. Le tenía mucho temor al público. La mente subconsciente acoge los temores como si fuesen órdenes, acondiciona su manifestación y los trae a sus actos diarios. En las tres ocasiones anteriores había cantado notas equivoca­das, desafinaba y finalmente se paralizaba. Tal como lo señaló antes, la causa era una autosugestión involuntaria y desfavorable, es decir: un pensamiento de silencioso temor, emocionalizado y subjetivizado. Logró vencerlo así: Sabía que la inercia física favorece la nece­saria pasividad mental, por tanto, se encerraba tres veces al día en una habitación. Se sentaba en un cómodo sillón, relajaba totalmente su cuerpo y luego aquietaba totalmente su pensamiento, cerraba los ojos, colocaba la mente en estado receptivo; luego, contraatacaba la suges­tión negativa del temor por su contraria, se decía a si misma: «Estoy confiada en mí misma». Repitió de cinco a diez veces estas palabras en forma serena, lenta y llena de convicción. Al final de una semana estaba completamente tranquila y segura de sí misma. Su audición fue definitivamente asombrosa. Mató el miedo, enfrentándose a él.


EL TEMOR AL FRACASO
Constantemente venían a verme los jóvenes, así como también algunos profesores de la universidad local, para que les resolviera su grave problema: amnesia sugestiva causada por los exámenes. La que­ja era siempre la misma: «Sé las respuestas después de terminar el examen, pero no puedo recordarlas durante el mismo».
La idea que se realiza por sí misma, es aquella en la cual hemos concentrado invariablemente nuestra atención. Encontré que todos y cada uno de ellos se obsesionaban con la idea del fracaso. Tras la am­nesia total se encuentra el temor y es la causa de tal experiencia.
Un joven estudiante de medicina era el más brillante de su clase, sin embargo no lograba responder la pregunta más sencilla durante los exámenes orales o escritos. Le expliqué la razón: Desde varios días antes del examen se preocupaba y temía el fracaso. Estos pensa­mientos negativos llegaba a cargarse de temor.
Los pensamientos implicados en la poderosa emoción de temor son llevados a la realidad por la mente subconsciente. En otras pala­bras, este joven le pedía a su mente subconsciente hacerlo fracasar y esto era lo que ella hacía. Al llegar el día del examen estaba obstacu­lizado por lo que se llama en los círculos sicológicos «amnesia suges­tiva»


COMO VENCIÓ EL MIEDO
Aprendió que su mente subconsciente era el almacén de la me­moria y que ella tenía una perfecta recopilación de todo lo que había oído y leído durante su estudio de medicina. Además, aprendió que la mente subconsciente era dócil y recíproca; el medio de mantener­se en contacto con ella era permanecer relajado, tranquilo y lleno de confianza en sí mismo.
Todos los días, por la mañana y por la noche imaginaba a su ma­dre felicitándolo por el éxito de sus estudios. Sostuvo en sus manos una carta de ella. A medida que empezó a contemplar el feliz resulta­do, provocó la respuesta adecuada o reacción recíproca dentro de sí mismo. El poder omnisapiente y omnipotente del subconsciente tomó el mando, dictó y dirigió su mente consciente de acuerdo. Se imaginó haber realizado su objetivo y por esta razón obtuvo los medios de verlo realizado. Siguiendo este procedimiento, no tuvo problemas de pasar los exámenes subsecuentes. En otras palabras, la sabiduría sub­jetiva tomó el mando, impulsándolo a realizarse con todo éxito.


TEMOR  AL AGUA, MONTAÑAS. LUGARES CERRADOS, ETC.
Hay muchas personas que temen entrar a un ascensor, escalar montañas o nadar. Quizá la persona haya tenido una experiencia de­sagradable en el agua durante su niñez, tal vez por haber sido lanzado a una piscina violentamente sin saber nadar. Tal vez estuvo detenido forzosamente dentro de un ascensor, que falló en un momento dado, causándole el temor consiguiente a los lugares cerrados.
Tuve una experiencia a los diez años de edad. Me caí acciden­talmente en una piscina y me sumergí tres veces hasta el fondo. Aún recuerdo las aguas oscuras que cubrían mi cabeza y mi deseo de respi­rar, hasta cuando otro muchacho me sacó en el último momento. Es­ta vivencia quedó grabada en mi mente subconsciente y por muchos años tuve miedo al agua.
Un sicólogo muy veterano me dijo: «Vete a una piscina, mira el agua y dile en tono fuerte -Voy a dominarte, te puedo dominar! -Entonces tírate al agua, aprende a nadar y vencerás el miedo». Hice es­to y dominé el agua, no permití que el agua me dominara. Recuerde, usted también puede dominar el agua.
Cuando adopté la nueva actitud mental, respondió el poder om­nipotente del subconsciente dándome valor, fé y confianza, permi­tiéndome vencer el miedo.


TÉCNICA CLAVE PARA VENCER CUALQUIER TEMOR
Durante mucho tiempo he enseñado a través de mis conferen­cias una técnica maravillosa. Pruébela!
Supongamos que le teme al agua, a la montaña, a una entrevista, a un auditorio o a lugares cerrados.
Por ejemplo, si teme nadar, empiece por sentarse cinco o diez minutos, tres o cuatro veces al día e imagínese nadando; realmente usted está nadando mentalmente. Es una experiencia subjetiva. Men­talmente se ha lanzado al agua, sentirá el frío y los movimientos de sus brazos y piernas; es una actividad mental real, vivida y agradable. No es tontería soñar despierto por cuanto usted sabe que lo que está sintiendo en su imaginación se desarrollará en su mente subconscien­te. Luego se verá impulsado a expresar la imagen tal como el prototi­po que usted imprimió en su mente más profunda. Esta es la ley del subconsciente.
Puede aplicar la misma técnica si le teme a las montañas o luga­res elevados. Imagínese subiendo la montaña, sintiendo-la realidad de todos los detalles, manosee el escenario, sabiendo que al continuar haciéndolo mentalmente, le será más fácil lograrlo físicamente.


VENCIÓ SU TEMOR AL ASCENSOR
Conocí al ejecutivo de una compañía que se atemorizaba al a-bordar un ascensor. Todas las mañanas subía cinco tramos de escale­ras. Me contó que comenzó alabando al ascensor cada noche y varias veces al día. Finalmente venció el miedo. Así era como alababa el as­censor: «El ascensor de nuestro edificio es una magnífica idea. Provi­no de- la mente universal. Es una dádiva y una bendición para todos nuestros empleados. Les presta un maravilloso servicio, trabaja por orden divina. Lo montaré con paz y alegría. Permanezco en silencio mientras las corrientes de vida, amor y paz fluyen a través de los pa­trones de mis pensamientos. Me imagino estar ahora en el ascensor y subir en él hacia mi oficina. El ascensor está lleno de empleados, les hablo y ellos son amistosos, alegres y libres. Es una maravillosa expe­riencia de libertad, fe y confianza. Estoy agradecido».
Continuó su plegaria durante diez días y al onceavo, entró en el ascensor con otras personas de la compañía y se sintió en total liber­tad.


TEMOR NORMAL Y ANORMAL
El hombre nace con dos temores; el temor a caer y el temor al ruido. Es una especie de sistema de alarma que le ha dado la natura­leza como medio de auto conservación. El temor normal es bueno, usted oye venir por la calle un automóvil y da un salto para salvarse. El temor de ser atropellado es vencido por su acción. Los demás te­mores fueron condicionados en usted por sus padres, parientes, maes­tros y todos aquellos que lo han influenciado desde la niñez.

MIEDO ANORMAL
El miedo anormal aparece cuando el hombre permite que su imaginación desvaríe. Conocí a una mujer que fue invitada a hacer un viaje alrededor del mundo en avión. Empezó a recortar los artículos periodísticos de todas las catástrofes aéreas; se vio lanzada al océano, ahogándose, etc. Esto es miedo anormal. Si hubiese insistido en esto, indudablemente habría atraído lo que más temía.
He aquí otro ejemplo de miedo anormal. Un negociante de New York era próspero y afortunado. Tenía su propio cinematógrafo men­tal del cual era director. Pasaba y repasaba su cinta mental llena de fracaso, bancarrota, estantes vacíos y desequilibrio bancario hasta cuando se sumió en una profunda depresión. Rehusó parar esta mor­bosa imaginación y se mantuvo recalcándole a su esposa: «Esto no puede durar», «Habrá un receso», «Con seguridad vamos hacia la ban­carrota», etc. Su esposa me contó que finalmente quebró y todas las cosas que imaginó y temió sucedieron. Las cosas que temía no existían, pero las trajo al hecho por su constante temor, creencia y expecta­ción del desastre financiero.
«Las cosas que temas caerán sobre tú».
Hay personas que temen que algo terrible le sucederá a sus hi­jos o que algo catastrófico caerá sobre ellos. Cuando leen sobre una epidemia o enfermedad rara, viven con el temor de que los alcance y algunos hasta se imaginan que ya tienen la enfermedad. Todo esto es temor anormal.


LA RESPUESTA AL TEMOR ANORMAL
Permanecer en el extremo del temor es estancarse en una ma­yor exteriorización mental y física. Cada vez que surja el miedo, piense inmediatamente en lo contrario trayendo a su mente un deseo que lo sea, mantenga su atención sobre este deseo, absórbase y sumér­jase en él, sabiendo que lo subjetivo cambia lo objetivo. Esta actitud le dará confianza y realzará su espíritu. El infinito poder de la mente subconsciente vendrá en su ayuda y no fracasará. Por lo tanto, tendrá como respuesta paz y seguridad.


EXAMINE SUS TEMORES
Me contó el presidente de una gran compañía que cuando él era vendedor acostumbraba a caminar cinco o seis veces la cuadra antes de visitar a un cliente. El gerente de ventas se le acercó un día y le di­jo: «No le tema al cliente fantasma que se halla detrás de la puerta. Tal fantasma no existe. Es» una falsa creencia». Cuando le tengo mie do a algo, lo enfrento, y lo miro a los ojos. Entonces, el temor se disi­para y se vuelve insignificante.


ATERRIZO EN LA SELVA
Un capellán me relató un caso vivido por él en la segunda guerra mundial. Aterrizó en la selva después de haberse lanzado en paracaídas desde un aeroplano averiado. Estaba aterrorizado, pero sabía que sólo hay dos clases de miedo, el normal y el anormal.
Decidí inmediatamente que debía hacer algo para evitar el te­mor y comencé a hablar conmigo mismo: «John, no puedes sucumbir al miedo, tu miedo es un deseo de hallar salida, salvarte, estar seguro».
Empecé a suplicar: «Inteligencia Infinita que guías los planetas en su curso, ahora estás guiando y dirigiendo mis pasos para sacar­me de esta selva». Durante unos diez minutos repetí estas palabras en voz bastante alta. De pronto sentí un estremecimiento y una gran confianza se apoderó de mí. Empecé a caminar y después de algunos días de marcha, salí milagrosamente de la selva, fui rescatado.
El cambio de actitud mental lo salvó. Su confianza y creencia en la sabiduría y poder subjetivo dentro de él fue la solución a su proble­ma.
Me comentó. «Si hubiera empezado a lamentarme por mi suerte y hubiese dejado surgir mis temores, habría sucumbido ante el mons­truo del miedo y probablemente hubiera muerto de hambre e inani­ción»


CONSPIRARON CONTRA EL
Durante una reciente gira mundial que hice dictando mis confe­rencias tuve una conversación de dos horas con un alto oficial de go­bierno. Poseía un profundo sentido de paz y serenidad interiores. Me contó que jamás le perturban las injurias lanzadas a través de la pren­sa o por el partido de oposición. «Durante quince minutos todas las mañanas me siento y me imagino tener dentro de mí un profundo y tranquilo océano de paz»; al meditar en esta forma generaba un tre­mendo poder que vencía cualquier temor o dificultad. En alguna oca­sión le llamó un colega hacia la medianoche para informarle que un grupo de personas estaba conspirando contra su vida. Su respuesta fue la siguiente: «Me voy a acostar a dormir ahora en perfecta paz. Discutiremos el asunto mañana a las diez. Yo sabía que ningún pensa­miento negativo debía turbar la paz de mi espíritu excepto que yo le diera cabida y lo aceptará mentalmente. Rehusó mantener la suges­tión del temor y por esa razón no puede hacerme daño».
Observe cuan tranquilo estaba, cuan calmado y sereno. No se ex­citó, ni se tiró de los cabellos, ni retorció sus manos. En su centro es­taba siempre la paz interna y la calma que necesitaba.


LÍBRESE A SI MISMO DE TODOS LOS TEMORES
Utilice la fórmula perfecta para eliminar todos sus temores.
«Llamé al Señor y él me oyó, librándome de todos mis temores».
El Señor es la antigua palabra que significa ‘»y. El poder de la mente subconsciente.
Aprenda las maravillas de su subconsciente y como trabaja y fun­ciona. Vuélvase un experto (maestro) en las técnicas dadas en este capítulo. ¡Póngalas en práctica ya!   Su subconsciente responderá y lo librará de todos los temores.

RESUMEN DE LOS PUNTOS MAS SOBRESALIENTES

  1. Haga las cosas que tema hacer y elimine el temor. Dígase a sí mismo: «Seré el amo del temor» y lo será.
  2. El temor es un pensamiento negativo de su mente. Suplántelo por un pensamiento constructivo. El miedo mata miles de personas. La confianza es más fuerte que el temor Nada es más poderoso que la fé en el Principio Divino
  3. El temor es su mayor enemigo Está detrás del fracaso, enfermedad y malas relaciones con los demás El amor eliminó el temor El amor es un agregado emocional a las cosas buenas de la vida. Ena­mórese con honestidad, integridad, justicia, buena voluntad y éxito Viva en la alegre expectación de lo mejor e invariablemente lo mejor vendrá a usted.
  4. Contraataque las sugestiones del miedo, con el opuesto, tal como «Canto divinamente, estoy seguro tranquilo y en calma» Le dará buenos dividendos
  5. El temor respalda la amnesia en el momento del examen oral o escrito   Usted puede vencerlo afirmando frecuentemente   «Tengo una memoria perfecta para todo lo que necesito saber» o puede imaginarse a un amigo felicitándolo por su brillante éxito en los exámenes Persevere y vencerá
  6. Si usted teme nadar nade libre y alegremente en su imagina­ción, mentalmente tírese a) agua, siéntala fría que está y la emoción de nadar a través de la piscina Hágalo real al hacerlo subjetivamente estará impulsándose para entrar al agua y conquistarla Esta es la ley mental
  7. Si teme usted a los lugares cerrados tales como teatros, audi­torios ascensores etc. súbase al ascensor alabando todas sus partes y funciones, Vera come el miedo desaparecerá rápidamente
  8. Nacemos solamente con dos tipos de temores: el temor a caer y el temor al ruido. Todos los demás temores son adquiridos. Elimí­nelos!
  9. El temor normal es bueno. El temor anormal es muy malo y destructivo. La constante tolerancia de pensamientos de temor produ­ce el miedo anormal, obsesiones y complejos.
  10. Puede usted vencer el temor anormal cuando sepa que el po­der de su mente subconsciente puede cambiar las condiciones y traer a la realidad los profundos deseos de su corazón. Póngale atención in­mediata y devoción a su deseo que sea opuesto al temor. Esto es el amor que elimina el temor
  11. Cuando usted tema un fracaso póngale atención al éxito. Si teme una enfermedad, siéntase en perfecta salud. Si usted teme un accidente, pida la guía y protección divinas. Si usted tiene miedo a la muerte, sumérjase en la vida eterna. Dios es la vida y él es ahora su vida.
  12. La gran ley de sustitución es la respuesta al miedo. Cualquiera que sea su temor tiene una solución en la forma de su deseo. Si está enfermo, desee salud. Si está aprisionado por el temor, desee la libertad. Espere lo bueno. Mentalmente concéntrese en lo bueno y reconozca que su mente subconsciente le responderá siempre. Nunca le fallará.
  13. Las cosas que usted teme no existen sino a través de sus pensamientos. Los pensamientos son creativos. Por eso se dice: «Lo que temo caeré sobre mí». Piense en lo bueno y lo bueno le llegará.

CAPÍTULO 20º

20. Cómo permanecer  espiritualmente joven
Su mente subconsciente nunca envejece. No tiene tiempo, ni edad ni fin. Es una parte de la mente universal divina que nunca ha na­cido y nunca morirá.
La vejez o fatiga no pueden predicarse como alguna cualidad o poder espiritual. La paciencia, la bondad, la veracidad, la humildad, la buena voluntad, la paz, la armonía y el amor hacia los demás son atributos y cualidades que nunca envejecen. Mientras usted continúe generando estas cualidades sobre el plano de esta vida, siempre tendrá un espíritu joven.
Recuerdo haber leído, hace algunos años, un artículo en una re vista en donde un grupo de eminentes médicos de De Courcy Chnic, Cincinnati, Ohio, informaban que no sólo los años eran responsables de nuestros desórdenes degenerativos. Estos mismos médicos estable­cieron causas, tales como: miedo al tiempo, no al tiempo en sí mismo. sino al dañoso efecto del envejecimiento en nuestras mentes y cuerpos; el temor neurótico de los efectos del tiempo podría muy bien ser la causa del envejecimiento prematuro.
Durante mis muchos años de vida pública he tenido la oportuni­dad de conocer las bibliografías de hombres y mujeres famosos que han continuado sus actividades productivas después de los años esta­blecido:, como útiles Algunos obtienen su esplendor en la vejez Al mismo tiempo, he tenido el privilegio de encontrarme y conocer innumerables personas comunes y corrientes que, en su reducida esfera, pertenecen a los endurecidos mortales que han probado la vejez en sí mismos sin destruirles ni la mente ni el cuerpo.
ENVEJECIÓ A TRAVÉS DE SU VIDA MENTAL
Hace pocos años visité a un viejo amigo en Londres, Inglaterra. Tenía más de ochenta años de edad, muy enfermo y obviamente se debía a su avanzada edad.
Nuestra conversación me reveló su debilidad física, su sentido de frustración y la exteriorización general al acercarse al final de su vida. Su queja consistía en que era un inútil y que nadie esperaba nada de él; con una expresión de desesperanza traicionaba su falsa filosofía: «Hemos nacido, crecido, envejecido, sin servir para nada y esto es el final».
Esta actitud mental de futilidad y vileza era la razón primordial de estar enfermo. Miró el futuro solo como la senectud y después de esto nada. En realidad, había envejecido a través de su vida mental y la mente subconsciente había hecho realidad toda la evidencia de su pensamiento habitual.
LA EDAD ES EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA
Desafortunadamente, muchas personas tienen la misma actitud de este infeliz hombre. Temen lo que llaman «vejez», el final y la ex­tinción, con lo cual realmente expresan su temor a la vida. Sin embar­go, la vida no tiene final. La edad no es el paso de los años, sino el amanecer de la sabiduría.
La sabiduría es el vigilante del tremendo poder espiritual de su mente subconsciente y el conocimiento de cómo aplicar estos pode­res para llevar una vida abundante y feliz.
Elimine la idea, una vez por todas, que tener más de sesenta y cinco años de edad es sinónimo de su exterminio o cualquier otra co­sa. Puede ser el comienzo de un prototipo de vida mucho mejor, más productiva, gloriosa, fructífera, activa.
RECIBA BIEN EL CAMBIO
La vejez no es un hecho trágico. Lo que llamamos envejecimien­to es realmente un proceso de transmutación. Recíbala con alegría y placer, así como cada fase de la vida humana es un paso avante en el interminable camino de la existencia.
El hombre tiene poderes que trascienden sus potencias corpora­les. Tiene sentidos que trascienden los cinco sentidos físicos.
Los investigadores han hallado hoy, evidencia indiscutible, de algo en el hombre que puede dejar su cuerpo presente y viajar miles de kilómetros para ver, oír, tocar y hablar a las personas aun cuando su cuerpo físico nunca deje el sillón donde está reclinado.
La vida en el hombre es espiritual y eterna. Nunca necesita enve­jecer pues el principio vital o vida divina no pueden envejecer. Dios es la vida, la vida se renueva a sí misma, es eterna, indestructible y es la realidad de todos y cada uno de los hombres.
EVIDENCIA PARA SOBREVIVIR
La evidencia reunida por las sociedades de investigación físicas tanto en Gran Bretaña como en América es abrumadora. Usted pue­de ir a las grandes bibliotecas metropolitanas e investigar en los volú­menes The Proceedings of the Phychical Research Society los ensa­yos y hallazgos sostenidos por eminentes científicos sobre la supervi­vencia en el más allá o de lo que continúa a lo que llamamos muerte. Usted podrá encontrar un punto de comienzo sobre la realidad de la vida después de la muerte en «El caso para supervivencia síquica» de Hereward Carrington, Director del American Psychical Institute.
LA VIDA ES
Una mujer le preguntó a Thomas Edison, el sabio electricista: «Señor Edison, qué es la electricidad?
Él contestó: señora la electricidad es, úsela!
Electricidad es el nombre que le hemos dado a un poder invisi­ble que no hemos podido comprender, sin embargo hemos aprendido todo lo que hemos podido sobre el principio eléctrico y lo usamos en diferentes formas.
Los investigadores no han visto un electrón con sus ojos y acep­tan su existencia como un hecho científico, por cuanto es la respuesta válida que coincide con otras evidencias experimentales.
No podemos ver la vida. Sin embargo, sabemos que estamos vi­vos. La vida es y nosotros estamos aquí para expresarla en todo su esplendor y belleza.
LA MENTE Y EL ESPÍRITU NO ENVEJECEN
«Y esta es la vida eterna, que comprendan que eres la única ver­dad divina». El hombre que piensa o cree que el ciclo terrestre de na­cimiento,» crecimiento, adolescencia, juventud, madurez y vejez es to­do lo que hay que vivir, es digno de piedad. Tal persona no tiene equi­librio, ni esperanza, ni visión y la vida para él no tiene significado al­guno.
Este tipo de creencia trae frustración, estancamiento, cinismo y un sentido sin esperanza terminando en neurosis y aberraciones mentales de toda especie. Si usted no puede jugar un partido de tenis rápido, o nadar tan rápido como su hijo, o si su cuerpo ha perdido la ligereza y camina a paso lento, recuerde que la vida está renovándo­se siempre a sí misma.
Lo que se llama muerte es un viaje hacia un nuevo mundo locali­zado en otra dimensión de la vida.
Siempre he dicho en mis conferencias que se debe aceptar lo que llamamos vejez con alegría. La edad tiene su propia gloria, belleza y sabiduría que permanecen con ella. La paz, el amor, la alegría, la feli­cidad, la sabiduría, la buena voluntad, y el entendimiento son cualidades que nunca envejecen ni mueren.
El filósofo y poeta Ralph Waldo Emerson dijo: «Nosotros no te­nemos en cuenta los años de un hombre hasta cuando él no tiene na­da más que contar».
El carácter, la calidad mental, la fe y la convicción no están suje­tas a decadencia.
USTED ES TAN JOVEN COMO PIENSA QUE LO ES
De vez en cuando dicto conferencias públicas en Caxton Hall, Londres, Inglaterra. Después de una de estas conferencias, un ciruja­no se me acercó y me dijo: «Tengo ochenta y cuatro años, opero to­dos los días por la mañana, visito mis’ pacientes en la tarde y en la no­che, escribo artículos para revistas médicas y científicas».
Su actitud me indicó que se sentía tan útil como creía serlo y que era tan joven como sus pensamientos. Me dijo: «Tiene razón en lo que usted dice: El hombre es tan fuerte como cree que lo es y tan útil como se crea». Este anciano no cedió ante los años, sabía que era inmortal.
Finalmente me comentó: «Si mañana muero, estaré operando gente en la otra vida, no con el bisturí del cirujano, sino con cirugía espiritual y mental».
LAS CANAS SON UN CAPITAL
No abandone su actividad diciendo: «Estoy retirado, estoy viejo, estoy acabado». Sería el estancamiento, la muerte y estaría realmen­te acabado».
Algunos hombres ya se sienten viejo a los treinta, mientras que otros son aún jóvenes a los ochenta.
La mente es nuestro maestro tejedor, el arquitecto, el diseñador y el escultor. George Bernard Shaw era aún activo a los noventa años y las cualidades artísticas de su mente no se habían cansado de la ardua labor.
Muchas personas me cuentan como algunos empresarios les tiran la puerta en la cara, en cuanto les dicen que tienen más de cuarenta años. Esta actitud, por parte de los empresarios debe considerarse co­mo fría, endurecida, perversa y totalmente falta de comprensión y entendimiento. El énfasis general tiende hacia la juventud; es decir, debe tener menos de treinta y cinco años de edad para que se le pres­te atención.
El lógico razonamiento tras esta actitud es verdaderamente muy estrecho. Si el empresario se toma el trabajo de pensar, comprenderá que las personas no están vendiendo su edad o sus canas, sino su talen­to, su experiencia y su sabiduría obtenida a través de años de ardua la­bor en el camino de la vida.
LA EDAD ES UN CAPITAL
Su edad es un capital distinto al de cualquier otra organización, puesto que usted practicó y aplicó los principios de la regla áurea y la ley de amor y buena voluntad. Sus canas, si tiene usted algunas, repre­sentan una mayor sabiduría, habilidad y entendimiento. Su madurez emocional y espiritual es una bendición poderosa para cualquier or­ganización.
A un hombre de sesenta y cinco años no debe sugerírsele que se retire. Es esta la época de la vida en que se puede ser más útil en el manejo de problemas personales, haciendo planes para el futuro, to­mando decisiones y guiando a otros en el dominio de las ideas creado­ras basadas sobre su experiencia y perspicacia en la naturaleza de los negocios.
SEA LO QUE ES SU EDAD
Un escritor de guiones cinematográficos en Hollywood me contó que había sido obligado a escribir textos correspondientes a la inteli­gencia de un niño de doce años. He aquí un estado de cosas trágicas si se espera a que las gentes lleguen a tener madurez emocional y espiritual. Significa que la tendencia predominante va hacia la juventud a pesar del hecho de que la juventud representa la inexperiencia, falta de discernimiento y un razonamiento apresurado.
PUEDO COMPARARME CON EL MEJOR DE ELLOS
Recuerdo a un hombre de sesenta y cinco años que luchaba de­sesperadamente por mantenerse joven. Todos los domingos nadaba con los jóvenes, hacía grandes caminatas, jugaba tenis y se vanagloria­ba de sus proezas y vigor físico, diciendo: «Miren, puedo competir con el mejor de ellos».
Debía recordar la gran verdad: «Como un hombre piensa que es en su corazón, así será él».
Dietas, ejercicios y juegos de toda clase no mantendrían a este hombre joven. Es necesario para él comprender que envejecerá o per­manecerá joven de acuerdo con su proceso mental. Su mente subcons­ciente es condicionada por sus pensamientos. Si piensa constantemen­te en la belleza, nobleza y bondad permanecerá joven no importa los años que tenga.
EL TEMOR A LA VEJEZ
«La cosa que más tememos, nos caerá encima».
Hay personas que temen la vejez; viven inciertos por lo futuro, anticipan el deterioro mental y físico cuando avancen sus años. Los que ellos creen y piensen, les pasará.
Envejecerá cuando pierda el interés en la vida, cuando cese de soñar, buscar nuevas verdades e investigar cosas nuevas que se puedan conquistar. Cuando la mente está abierta a nuevas ideas, nuevos inte­reses, levante la cortina y deje que la luz del sol e inspiración de nue­vas verdades vitales y universales penetren en su mente, será joven y vigoroso.
USTED TIENE MUCHO QUE DAR
Aun cuando tenga usted más de sesenta y cinco años comprenda que tiene mucho que dar. Usted puede ayudar a estabilizar, aconsejar y dirigir la generación más joven. Puede aportar el beneficio de su co­nocimiento, su experiencia, su sabiduría. Usted puede mirar siempre adelante en todo momento, contemplando la vida infinita. Hallará que nunca cesará de descubrir los esplendores y maravillas de la vida. Intente aprender algo nuevo todos los días y encontrará que su mente siempre es joven.
TENIA CIENTO DIEZ AÑOS DE EDAD
Hace algunos años, mientras dictaba una conferencia en Bombay, India, me presentaron a un hombre que tenía ciento diez años de edad. Tenía la cara más hermosa que jamás había conocido. Parecía transfigurado, por la radiación de una luz interna. Tenía una rara be­lleza en sus ojos indicando que había envejecido en años con alegría y sin que su mente hubiese perdido brillantez.
EL RETIRO, UNA NUEVA AVENTURA
Asegúrese que su mente nunca retroceda. Debe ser como un paracaídas que se abre. Abrase y reciba nuevas ideas. He visto hom­bres retirados mayores de sesenta y cinco años, daban la impresión de haberse dañado hacía apenas unos pocos meses. Era evidente que ellos mismos sentían llegar el final de su vida.
El retiro puede ser una nueva aventura, un nuevo desafío, un nuevo camino, el principio de la realización de un gran sueño. Es muy deprimente oír decir a un hombre: «Qué haré ahora que estoy retira­do? En realidad, está diciendo «Estoy física y mentalmente muerto. Mi mente está arruinada».
Todo esto es una falsa imagen. La verdad real es aquella que pue­de completar más cosas a los noventa que a los sesenta, puesto que cada día que pasa crece en sabiduría y experiencia de la vida. Su uni­verso ha crecido mediante nuevos conocimientos.

SE GRADUÓ EN UN TRABAJO MEJOR
Cerca a mi casa vivía un ejecutivo que hacía pocos meses había sido obligado a retirarse por tener sesenta y cinco años Me decía: «Veo mi retiro como una promoción de kínder a primaria». Había razonado en esta forma. «Cuando terminé el bachillerato subía el es­calón que me llevó a la Universidad». Comprendió que había dado un paso hacia adelante en su educación y entendimiento general de la vi­da. En forma similar, ahora podía hacer las cosas que siempre había deseado hacer, y por tanto consideraba su retiro como un paso hacia adelante, en la escalera de la sabiduría y de la vida.
Concluyó sabiamente que no necesitaba concentrarse en la sola idea de ganarse la vida. Ahora podía darle toda su atención a vivir la vida. Era fotógrafo aficionado y tomó cursos adicionales sobre foto­grafía; hizo un viaje alrededor del mundo, tomando películas de los lugares de mejor interés. Hoy dicta conferencias ante grupos, clubes y tiene mucho pedido.
Hay innumerables formas de interesarse en otras cosas que en nosotros mismos. Entusiásmese con nuevas ideas creadoras, haga nue­vos progresos espirituales y continúe aprendiendo y creciendo. De es­ta manera mantendrá un corazón joven, puesto que usted está ham­briento y sediento de nuevas verdades y su cuerpo reflejará en todo momento su modo de pensar.
ES NECESARIO SER UN PRODUCTOR Y NO UNPRISIONERO DE LA SOCIEDAD
La prensa reconoce el hecho de que en California los debates electorales son ganados por personas de edad madura. Esto significa que sus voces serán oídas en la legislación de los estados y también en los salones del Congreso. Creo que será emitida una ley que defende­rá a los empleados, prohibiendo a los empresarios la discriminación contra personas de cierta edad.
Un hombre de sesenta y cinco años puede ser mental, física y si sicológicamente tan joven como uno de treinta. Es absurdo y ridículo decirle a un hombre que no puede ser empleado porque pasa de los cuarenta años. Es como si se le dijera que está listo para ser echado a la basura o para formar un montón de chatarra.
Qué debe hacer un hombre que tenga más de cuarenta años? ¿Debe enterrar su talento o esconderlo bajo un barril? Los hombres que son impedidos y obstaculizados para que trabajen por tener mu­cha edad deben ser sostenidos por el estado a nivel municipal, depar­tamental, nacional, estatal, etc. Las diferentes organizaciones que rehúsan emplearlos y aprovecharse de su sabiduría y experiencia deben pagar impuesto para sostenerlos. Esto es una forma de suicidio finan­ciero.
El hombre está aquí para gozar los frutos de su labor y está aquí para producir y no ser un prisionero de la sociedad, que de esta mane­ra lo impulsa a la ociosidad.
A medida que pasan los años el cuerpo humano se vuelve lento, pero su mente consciente se hace mucho más activa, viva, despierta, rápida para inspirar a su mente subconsciente. Su mente en realidad nunca envejece.
«Oh quien me volviese como en los meses pasados, como en los días en que el Señor me guardaba; cuando hacía brillar su lámpara so­bre mi cabeza y cuando por su luz yo caminaba a través de la oscuri­dad. Tal como fui en los días de mi juventud, cuando el secreto divi­no estaba sobre mi tienda».
EL SECRETO DE LA JUVENTUD
Para recuperarlos días de su juventud, sienta el poder milagroso, curativo y renovante de su mente subconsciente movilizándose a tra­vés de su ser total.
Sabed y comprended que estáis inspirados, elevados, rejuvenecidos, revitalizados y reforzados espiritualmente. Es necesario que hir­váis de entusiasmo y alegría, como en los días de vuestra juventud, por la simple razón de que podéis mental y emocionalmente, recupe­rar la alegría.
La luz que brilla sobre vuestra cabeza es la Inteligencia Divina y os revelará cualquier cosa que necesitéis saber; os capacita para afir­mar la presencia de vuestro bien, sin tener en cuenta las apariencias Avanzaréis con la guía de la mente subconsciente, porque la aurora aparece y las sombras se desvanecen.
MANTENGA UNA INTELIGENTE VISION
En vez de decir: «Soy viejo»; diga: «Soy sabio en el camino del principio divino». No permitáis que la interpretación de los periódi­cos o las estadísticas mantengan en vuestra mente una imagen de ve­jez, decrepitud, senilidad o inutilidad. Rehaga todo esto, pues es una mentira. Rehusé ser hipnotizado por tal propaganda.
Afirme la vida, no la muerte. Véase a sí mismo feliz, radiante, afortunado, sereno y vigoroso.
SU MENTE NO ENVEJECE
Herbert Hovero, uno de los primeros presidentes, demostraba gran actividad a pesar de sus ochenta y ocho años. Hace algunos años lo entrevisté en su «suite» del Waldorf-Astoria, en la ciudad de New York. Le encontré saludable, feliz, vigoroso, lleno de vitalidad y entu­siasmo. Ocupaba al mismo tiempo varias secretarias en su correspon­dencia y estaba escribiendo libros de naturaleza histórica y política. Como todo gran hombre me pareció afable, sonriente, amable, cariño­so.
Su vivacidad y sagacidad mental me revelaron toda la emoción de su existencia. Era un hombre profundamente religioso y estaba lleno de su fé en Dios y en el triunfo de la verdadera vida eterna. Durante los años difíciles de la gran crisis mundial, fue sometido a fuertes críticas y condenaciones, pero no dejó que lastimaran su reputa­ción ni dejó crecer el odio, resentimiento, mala voluntad o el rencor. Por el contrario, se mantuvo escudado por su paz interior y preservó la divina presencia dentro de él, halló que la paz es el poder del cora­zón divino.
SU MENTE ERA ACTIVA A LOS NOVENTA Y NUEVE AÑOS
Mi padre aprendió francés a los sesenta y cinco años de edad y se convirtió en una autoridad a los setenta. Hizo un estudio del celta cuando se acercaba a los sesenta y se convirtió en un maestro sobre tal asunto. Asistió a mi hermana en una escuela de alta enseñanza y continúa haciéndolo pasados ya los noventa y nueve años. Su mente está tan nítida a los noventa y nueve años como si tuviese veinte. Su escritura embelleció y su poder de razonamiento ha ganado con la edad.
Verdaderamente, usted es tan viejo como piensa que lo es.
NECESITAMOS A NUESTROS VENERABLES ANCIANOS
Marcus Parcias Cato, el patriota romano, aprendió griego a los ochenta años. Madame Ernestine Schumann-Heink, la gran contra alto americana, alcanzó el pináculo de la fama en su carrera musical, des­pués de convertirse en abuela. Es maravilloso observar el talento de los más viejos: General Douglas MacArthur, Harry S. Truman, Gene­ral Dwight David Eisenhower, y el financista americano Bernard Baruch son activos, interesantes y contribuyen con su talento y sabi­duría por el mundo.
El filósofo griego Sócrates, aprendió a tocar instrumentos musi­cales cuanto tenía ochenta años. Miguel Ángel pintó sus cuadros más famosos a los ochenta. A los ochenta, Simón de Gos, ganó el premio de la poesía, J. Wolfang Goethe terminó Fausto y Leopold von Ran-ke comenzó su «Historia del Mundo» la cual terminó a los noventa y dos.

Alfred Tennyson escribió un magnífico poema «Cruzando la barrera» a los ochenta y tres. Isaac Newton trabajaba duro a los ochen­ta y cinco. John Wesley estaba dirigiendo a los ochenta y ocho, pre­dicando y guiando el metodismo. Tengo varios hombres de noventa y cinco años que asisten a mis conferencias y me dicen que se sienten mejor de salud ahora que cuando tenían veinte.
Hagámosle sitio a nuestros venerables ancianos en los altos luga­res y démosles todas las oportunidades para traer flores del paraíso.
Si usted está retirado, interésese en las leyes de la vida y en la maravillosa mente subconsciente. Haga lo que siempre quiso hacer. Estudie nuevos campos e investigue nuevas ideas.
Suplique como sigue: «Como el ciervo brama por las corrientes de las agua, así brama por tú, oh Señor, el alma mía».
LOS FRUTOS DE LA VEJEZ
«Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud».
La vejez significa realmente la contemplación de las verdades de Dios desde el más alto punto de vista. Comprenda que está sobre el fi­nal de una jornada, una serie de pasos importantes en el incesante, incansable e interminable océano vital. Entonces, diga: «Aun en la ve­jez fructificarán, estarán vigorosos y florecientes». «Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, man­sedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley».
Usted es hijo de la Vida Infinita que sabe que no hay final; us­ted es un hijo de la Eternidad.

RESUMEN DE LOS PUNTOS MAS SOBRESALIENTES
1. Paciencia, bondad, amor, buena voluntad, felicidad, sabiduría y entendimiento son cualidades que nunca envejecen. Cultívelas y ex­préselas; permanezca joven mental y corporalmente.

  1. Algunos médicos investigadores dicen que el envejecimiento prematuro es causado por el temor neurótico que produce el tiempo.
  2. La edad no es el vuelo de los años; es el nacimiento de la sabi­duría en la mente del hombre.
  3. Los años más productivos de nuestra vida pueden ser después de los sesenta y cinco.
  4. Reciba con alegría el pasar de los años. Significa que usted se mueve hacia un punto más alto en la escala de la vida que no tiene fi­nal.
  5. El principio Divino es la Vida y él es su vida en este momen­to. La vida se renueva, es eterna e indestructible y es la realización de todos los hombres. Usted vivirá siempre, puesto que su vida es la vida del principio divino.
  6. La evidencia de sobrevivir después de la muerte es irresistible.
  7. No puede ver su mente, sin embargo, sabe que la tiene. No puede ver su espíritu, pero sabe que vive en el espíritu del artista, del músico, del orador. Reconocéis como reales en vuestra mente y cora­zón el espíritu de bondad, verdad y belleza. No puede ver la vida, pero sabe que está vivo.
  8. La vejez puede llamarse la contemplación de las verdades divi­nas desde el más alto punto de vista. La alegría de la vejez es mucho mayor que la da los jóvenes. Su mente está ocupada con el atletismo mental y espiritual. La naturaleza vuelve lento su cuerpo de modo que usted puede meditar mejor en las cosas divinas.
  9. No contamos los años de un hombre hasta cuando él no nos lo cuenta. Su fe y convicciones no están sujetas al decaimiento.
  10. Usted es tan joven como piensa que lo es. Usted es tan fuerte como crea que lo es. Usted es tan útil como crea que lo es. Usted es tan joven como lo sean sus pensamientos.
  11. Sus canas son un capital. Usted no vende sus canas; vende su talento, habilidad y sabiduría acumulada a través de los años de ar­duo trabajo.
  12. Dietas y ejercicios no lo mantendrán joven. Como un hombre pierna que es, así será.
  13. El temor a la vejez trae deterioro mental y físico. La cosa que temo caerá sobre mí.
  14. Usted envejece cuando cesa de soñar y cuando ha perdido el interés en la vida. Ha envejecido si se ha vuelto irritable, excéntrico, petulante, y buscapleitos. Llene su mente con las verdades divinas e irradie la brillantez de su amor. Así es la juventud.
  15. Mire hacia adelante, pues en todo momento usted está con­templando la vida infinita.
  16. Su retiro es una nueva aventura. Tome nuevos estudios, bus* que un nuevo interés. Puede hacer las cosas, que siempre quiso hacer mientras se hallaba ocupado para poder vivir. Póngale atención a viva’ la vida.
  17. Conviértase en productor y no en prisionero de la sociedad, No esconda su talento bajo un barril.
  18. El secreto de la juventud es el amor, alegría, paz interior y sonrisa: «En él está la alegría, en él no hay oscuridad».
  19. La sociedad lo necesita. Algunos grandes filósofos, artistas, investigadores, escritores y otros han completado su trabajo siendo mayores de ochenta años.
  20. Los frutos de la vejez son amor, alegría, paz, paciencia, benig­nidad, bondad, fé, mansedumbre y temperancia.
  21. Usted es hijo de la vida infinita que no tiene fin. Usted es hijo de la Eternidad. ¡Usted es maravilloso!

FIN

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