Oráculo Osho Zen del 23 al 30

Oráculo Osho Zen del 23 al 30

Oráculo Osho Zen del 23 al 30. Maestros de la acción

Oráculo Osho Zen carta 23. El Creador. Rey del fuego.

Oráculo Osho Zen carta 24. Compartiendo. Reina del fuego.

Oráculo Osho Zen carta 25. Intensidad. Caballero del fuego.

Oráculo Osho Zen carta 26. Juego. Paje del fuego.

MAESTROS DE LAS EMOCIONES

Oráculo Osho Zen carta 27. Sanación. Rey del agua.

Oráculo Osho Zen carta 28. Receptividad. Reina del agua.

Oráculo Osho Zen carta 29. Confianza. Caballero del agua.

Oráculo Osho Zen carta 30. Entendimiento. Paje del agua.

23. El Creador

Hay dos tipos de creadores en el mundo. Un tipo de creador trabaja con objetos – un poeta, un pintor, ellos trabajan con objetos, ellos crean cosas. El otro tipo de creador, el místico, se crea a sí mismo. Él no trabaja con objetos, él trabaja con el sujeto; trabaja en sí mismo, en su propio ser. Y él es el verdadero creador, el verdadero poeta, porque se convierte a sí mismo en una obra maestra.

Tú estás llevando una obra maestra dentro de ti, pero estás obstruyendo el camino. Quítate a un lado, entonces la obra maestra será revelada. Todos son obras maestras, porque Dios nunca da nacimiento a nada menor que eso. Todos llevan esa obra maestra escondida por muchas vidas, sin saber quiénes son e intentando, sólo en la superficie, ser alguien.

Suelta la idea de llegar a ser alguien, porque ya eres una obra maestra. No puedes ser mejorado. Sólo tienes que llegar a él, conocerlo, realizarlo. Dios mismo te ha creado; no puedes ser mejorado.

Comentario:

El maestro Zen de este naipe ha manejado la energía del fuego y es capaz de usarlo para la creatividad en vez de la destrucción. Él nos invita a reconocer y participar con él en la comprensión que es de aquellos que han dominado los fuegos de la pasión, sin reprimirlos ni permitiendo que se tornen destructivos y desequilibrados. Él está tan integrado que ya no hay ninguna diferencia entre quien es él por dentro y quien es él por fuera. Él ofrece este don de la comprensión y la integración a todos aquellos que vienen a él, entregando el don de la luz creativa que surge desde el centro de su ser.

El Rey del Fuego nos dice que cualquier cosa que emprendamos ahora, con la comprensión que viene de la madurez, enriquecerá nuestras vidas y las de los demás. Usando todas las herramientas que tienes, todo lo que has aprendido de tu propia experiencia de vida, ya es tiempo que expreses lo tuyo.

24. Compartiendo

A medida que te mueves hacia arriba, hacia el cuarto centro que es el del corazón, toda tu vida se convierte en un compartir amor. El tercer centro ha creado la abundancia de amor. Al llegar al tercer centro en la meditación, tienes tanta sobreabundancia de amor, de compasión, que quieres compartir. Esto sucede en el cuarto centro, en el corazón.

Es por esto que, incluso en el mundo ordinario, la gente piensa que el amor viene del corazón. Para ellos es simplemente algo que han escuchado; no lo conocen porque nunca ha llegado a su propio corazón. Sin embargo, el meditador llega finalmente al corazón. Cuando ha alcanzado el centro de su ser, el tercer centro, de repente una explosión de amor y comprensión, compasión y gozo y dicha y bendición surge en él con una fuerza tal que golpea el corazón y lo abre. El corazón está simplemente en medio de tus siete centros: tres centros por debajo, tres centros por arriba; has llegado exactamente a la mitad.

Comentario:

La Reina del Fuego es tan rica, tan reina, que puede permitirse el dar. Ni siquiera se le ocurre hacer inventarios o guardar algo para más tarde. Ella dispensa sus tesoros sin limitaciones, aceptando y dando la bienvenida a lo más diverso para que participe en la abundancia, en la fertilidad y la luz que le rodea.

Al sacar esta carta se te sugiere que tú también estás en una situación en la que tienes la oportunidad de compartir tu amor, tu alegría y tu risa, y al compartir encuentras que te sientes incluso más lleno.

No hay necesidad de ir a ninguna parte o de hacer un esfuerzo en especial. Te das cuenta de que puedes disfrutar de la sensualidad sin posesividad o ataduras, que puedes dar a luz a un niño o a un nuevo proyecto con un igual sentido de plenitud en la creatividad.

Todo lo que hay alrededor tuyo parece como si se estuviera unificando ahora. Disfrútalo. Enraízate en ello y deja que la abundancia en ti y alrededor tuyo se derrame.

25. Intensidad

El Zen dice: piensa en todas las grandes palabras y en las grandes enseñanzas como en tus enemigos mortales. Evítalas, porque tienes que encontrar tu propia fuente. No tienes que ser un seguidor, un imitador. Tienes que ser un individuo original; tienes que encontrar tu esencia más profunda por ti mismo, sin guía, sin escrituras que te guíen. Es una noche oscura, pero con el fuego interno de la investigación estás destinado a llegar al amanecer.

Todos los que se han encendido con la investigación intensa han encontrado el amanecer. Otros solamente creen. Aquellos que creen no son religiosos. Al creer están evitando simplemente la gran aventura de la religión.

Comentario:

La figura de esta carta ha tomado la forma de una flecha, moviéndose con el enfoque preciso de uno que sabe exactamente hacia dónde se dirige. Se desplaza con tal rapidez que se ha vuelto casi energía pura. Pero su intensidad no debería de confundirse con la energía maniática que mueve a la gente a conducir sus coches a toda velocidad para llegar del punto A al punto B. Este tipo de intensidad pertenece al mundo horizontal del tiempo y espacio. La intensidad que se representa en el Caballero del Fuego pertenece al mundo vertical del momento presente; es un reconocimiento de que el ahora es el único momento que hay, y que aquí es el único espacio.

Cuando actúas con la intensidad del Caballero del Fuego, es como si crearas ondas de agua alrededor tuyo. Algunos sentirán refrescados y más ligeros en tu presencia y otros pueden sentirse amenazados o preocupados. Pero la opinión de otros importa poco; nada puede contenerte en este momento.

26. Juego

En el momento que empiezas a ver la vida como algo que no es serio, como un juego, todas las cargas sobre tu corazón desaparecen. Todo el miedo a la muerte, a la vida, al amor: todo desaparece. Uno empieza a vivir con un peso muy ligero o casi sin peso. Tan ligero se vuelve uno que puede volar al cielo abierto.

La contribución más grande del Zen consiste en dar una alternativa al hombre serio. El hombre serio ha hecho el mundo, el hombre serio ha creado todas las religiones. Ha creado todas las filosofías, todas las culturas, todas las moralidades. Todo lo que existe alrededor tuyo es una creación del hombre serio. El Zen ha abandonado el mundo serio. Ha creado un mundo propio que es muy divertido, lleno de risa, en donde incluso los grandes maestros se comportan como niños.

Comentario:

Muy rara vez la vida es tan seria como creemos que es y, cuando reconocemos este hecho, nos responde dándonos más y más oportunidades para jugar.

La mujer en esta carta celebra el gozo de estar viva, como una mariposa que ha emergido de su crisálida hacia la promesa de la luz. Ella nos recuerda la época en que éramos niños descubriendo conchas en la playa, o construyendo castillos en la arena sin ninguna preocupación por las olas que pudiesen venir y llevárselos al siguiente momento. Ella sabe que la vida es un juego y ahora mismo juega el rol de un payaso, sin ningún sentido de vergüenza y sin pretensiones.

Cuando el Paje del fuego entra en tu vida, es señal de que estás preparado para lo fresco y lo nuevo. Algo maravilloso está justamente en el horizonte y tienes precisamente la cualidad apropiada de inocencia juguetona y claridad para darle la bienvenida con los brazos abiertos.

27. Sanación

Tú cargas tu herida. Con el ego todo tu ser es una herida. Y tú la llevas contigo. Nadie tiene interés en hacerte daño. Nadie está interesado en herirte intencionalmente; todo el mundo está ocupado en salvaguardar sus propias heridas. ¿Quién tiene pues la energía para hacerlo? Pero aun así sucede, porque estás tan dispuesto a que se te hieran, tan dispuesto, solamente esperando, deseoso que suceda, cualquier cosa.

Tú no puedes tocar a un hombre del Tao. ¿Por qué? Porque no hay nadie a quien tocar, no hay herida. Él está sano, curado, es uno. Esta palabra total es hermosa. La palabra curar viene de total y la palabra sagrado también viene de total (del inglés heal y whole). Él es total, está curado, es sagrado.

Permanece atento a tu herida. No le ayudes a crecer, deja que se cure; y será curada únicamente cuando vayas a las raíces. Cuanto menos estés en la cabeza, más se curará la herida. Sin cabeza no hay herida. Vive una vida sin cabeza. Desplázate como un ser total y acepta las cosas.

Sólo por veinticuatro horas inténtalo: aceptación total, suceda lo que suceda. Alguno te insulta; acéptalo, no reacciones y observa lo que sucede. De repente sentirás una energía fluyendo en ti que no has sentido antes.

Comentario:

Es una época en la cual las heridas profundamente enterradas del pasado salen a la superficie, listas y dispuestas a ser curadas.

La figura en esta carta está desnuda, vulnerable, abierta al toque amoroso de la existencia. El aura alrededor de su cuerpo está llena de luz y, la cualidad de relajación, de cuidado y amor que le rodea, disuelve su lucha y sufrimiento. Lotos de luz aparecen en su cuerpo físico y alrededor de los cuerpos sutiles de energía que dicen los curadores que nos rodean. En cada uno de estos niveles sutiles aparece un cristal curativo o un patrón.

Cuando estamos bajo la influencia curativa del Rey del Agua, ya no nos ocultamos más de nosotros mismos o de otros. En esta actitud de apertura y aceptación podemos ser curados y ayudar a otros a estar sanos y totales.

28. Receptividad

Escuchar es uno de los secretos básicos para entrar en el templo de Dios. Escuchar significa pasividad. Escuchar significa olvidarte de ti completamente. Sólo entonces puedes escuchar.

Cuando escuchas atentamente a alguien, te olvidas de ti mismo. Si no te puedes olvidar de ti mismo, nunca escucharás. Si eres demasiado auto consciente de ti mismo, simplemente aparentas que estás escuchando, pero no escuchas. Puedes asentir con la cabeza; puedes algunas veces decir sí o no, pero no estás escuchando.

Cuando escuchas, tú te conviertes simplemente en un canal, en una pasividad, en una receptividad, en una matriz: te vuelves femenino. Y para «llegar», uno tiene que volverse femenino. Tú no puedes llegar a Dios como invasor agresivo, como conquistador. Solamente puedes llegar a Dios… o es mejor decir: Dios puede llegar a ti solamente cuando eres receptivo. Cuando te conviertes en Yin, en una receptividad, la puerta se abre. Y tú esperas. Escuchar es el arte de volverse pasivo.

Comentario:

La receptividad representa lo femenino; es la cualidad receptiva del agua y de las emociones. Sus brazos se extienden hacia arriba para recibir y ella está totalmente sumergida en el agua. No tiene cabeza, no tiene una mente ocupada y agresiva que oculte su receptividad pura y, a medida que se llena, está vaciándose continuamente, desbordándose y recibiendo más. El modelo o matriz de loto que emerge de ella, representa la armonía perfecta del universo, que se vuelve evidente cuando sintonizamos al unísono con ella.

La Reina del Agua trae un tiempo de desapego y gratitud por lo que la vida nos trae, sin expectativas o demandas. No importa ni el deber ni un pensamiento de mérito o recompensa. La sensibilidad, la intuición y la compasión son las cualidades que brillan ahora, disolviendo todos los obstáculos que nos mantienen separados a unos de otros y del todo.

29. Confianza

No pierdas tu vida por aquello que se te va a quitar. Confía en la vida; si confías, sólo entonces podrás abandonar tu conocimiento, sólo entonces puedes poner tu mente a un lado. Con la confianza, se abre algo inmenso. Entonces la vida no es una vida ordinaria; se vuelve llena de Dios, desbordante.

Cuando el corazón es inocente y los muros han desaparecido, quedas unido al infinito. Y no te sientes engañado: No hay nada que se te pueda quitar, ¿por qué tendría uno que tener miedo de que se lo quiten? No se te puede quitar, no hay posibilidad, no puedes perder tu verdadero tesoro.

Comentario:

¡Ahora es el momento de convertirte en un «saltador al vacío»! Y es esta cualidad de confianza absoluta, sin reservas o redes de seguridad ocultas, lo que el Caballero del Agua nos pide.

Surge un tremendo sentido de excitación si podemos dar el salto y desplazarnos hacia lo desconocido, aunque la idea nos aterre absolutamente. Y cuando confiamos al nivel de un salto cuántico, no hacemos ningún plan elaborado o preparativos. No decimos: «De acuerdo, confía en que sé que hacer ahora, así que dejaré mis cosas en orden, prepararé mi maleta y me la llevaré conmigo.» No, damos el salto sin pensar siquiera en lo que va a pasar el momento siguiente. El salto es el punto, junto con la emoción que produce a medida que caemos en el espacio vacío.

La carta aquí nos da un índice, sin embargo, de lo que nos espera en el otro extremo: unos pétalos suaves, rosados, acogedores, algo sabroso… ¡vamos!

30. Entendimiento

Estás fuera de la prisión, fuera de la jaula. Puedes abrir tus alas y todo el cielo es tuyo. Todas las estrellas y la luna y el sol te pertenecen. Puedes desaparecer en el azul del más allá… Simplemente deja de aferrarte a esta jaula, sal de la jaula y todo el firmamento es tuyo. Abre tus alas y vuela por el firmamento como un águila.

En el firmamento interior, en el mundo interior, la libertad es el valor más elevado. Todo lo demás es secundario, incluso la bendición, el éxtasis. Hay miles de flores, son incontables, pero todas ellas se hacen posibles en un clima de libertad.

Comentario:

El pájaro que se dibuja en esta carta mira hacia afuera desde lo que parece ser una jaula. No hay puerta y, en realidad, los barrotes están desapareciendo. Los barrotes eran una ilusión, y este pequeño pájaro se siente atraído por la gracia, libertad y coraje de los otros. Empieza a extender sus alas, listo para volar por primera vez.

El amanecer de una nueva comprensión -la jaula siempre ha estado abierta y el firmamento siempre ha estado para que lo exploremos- puede hacernos sentir un poco temblorosos, al comienzo. Está bien y es natural sentirse tembloroso, pero no dejes que eso te ensombrezca la oportunidad de experimentar la ligereza y la aventura que se te ofrece, junto con el temblor.

Muévete con la dulzura y gentileza de este momento. Siente el batir de alas. Extiende tus alas y sé libre.