Consejos para controlar los nervios
Consejos para controlar los nervios. Este artículo en audio.
Aquí tienes algunos consejos para controlar los nervios:
- Respiración profunda: Toma respiraciones lentas y profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Esto ayuda a relajar el cuerpo y calmar la mente.
- Identifica tus desencadenantes: Presta atención a los eventos, situaciones o pensamientos que te generan nerviosismo. Una vez identificados, podrás encontrar estrategias específicas para enfrentarlos.
- Practica la relajación: Dedica tiempo a actividades que te ayuden a relajarte, como la meditación, el yoga, escuchar música tranquila o dar paseos al aire libre.
- Establece una rutina de autocuidado: Mantén hábitos saludables que promuevan tu bienestar, como dormir lo suficiente, comer de forma equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol.
- Visualización positiva: Imagina situaciones exitosas y positivas en tu mente. Visualízate a ti mismo calmado, confiado y superando los desafíos que te generan nervios.
- Busca apoyo social: Comparte tus preocupaciones con personas de confianza, ya sea amigos, familiares o profesionales. El apoyo emocional puede ser reconfortante y te ayudará a ver las cosas desde diferentes perspectivas.
- Enfócate en el presente: Muchas veces, los nervios se originan por preocuparse en exceso por el futuro. Practica la atención plena y enfócate en el momento presente, aceptando tus emociones y pensamientos sin juzgarlos.
- Realiza actividades que te gusten: Dedica tiempo a actividades placenteras que te relajen y te distraigan de tus preocupaciones. Esto puede incluir hobbies, practicar deporte, leer un libro o ver una película.
- Aprende técnicas de manejo del estrés: Explora diferentes técnicas de manejo del estrés, como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o la escritura terapéutica. Estas técnicas te ayudarán a reducir los niveles de estrés y a mantener la calma.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante encontrar las estrategias que funcionen mejor para ti. Si los nervios persisten o afectan significativamente tu vida diaria, considera buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.
Consejos para controlar los nervios
Si entendemos lo que nos pasa, nos será más fácil encontrar soluciones. Con ciertas estrategias que aquí tenemos reunidas, el éxito estará mucho más cerca.
1. Vamos a situarnos
Desde hace unos años, cada vez con más frecuencia oímos esa palabrita: ESTRÉS.
Y es difícil definirlo porque cada persona lo entiende y vive de manera diferente. Pero vamos a dar una definición general inicial para situarnos: “es la forma que tiene nuestro sistema nervioso, de defenderse de algo que se vive como una amenaza».
Ahora vamos a explicar esto: cuando nos enfrentamos a una situación que interpretamos como problemática (una discusión, un despido laboral, la enfermedad de una persona cercana, objetivos que cumplir en el trabajo y poco tiempo para realizarlos, hijos adolescentes ,pensamientos irracionales que me llevan cada día a ver que no ocurre eso que yo pensé, etc.)nuestro cuerpo responde, elevando el nivel de alerta,porque «existe algo que está amenazando mi estabilidad,mi tranquilidad»,por tanto me pongo alerta para estar preparado por si acaso……Así que,la forma que tiene el cuerpo de entrar en situación de alerta es llevar el número de latidos del corazón (aumento de las pulsaciones, llegando en muchos casos a grandes taquicardias, esto hace que el corazón no pueda hacer bien su trabajo -repartir el oxígeno-con lo que la musculatura del cuerpo se tensa (tensión muscular),y otros síntomas tales como sudoración, sequedad de boca, dolor de cabeza, “bloqueo mental”, pensamientos recurrentes que no puedo frenar,…….
¿Qué produce todo esto? Mucho cansancio, un agotamiento físico y psíquico que no me deja seguir con la rutina habitual.
2. Dos tipos de estrés
El estrés puede ser agudo o crónico.
¿Cuándo es agudo? Podemos tener una reacción de ansiedad extrema, ante un hecho puntual (por ejemplo «se me junta la enfermedad de mi madre, con las vacaciones del jefe, con lo que me tengo que hacer cargo de la oficina, pero es que además he tenido una bronca tremenda con mi pareja”. Con esto, el sujeto interpreta que no puede con todo, que son demasiadas cosas para una persona sola…….y aparece la activación. Este estrés puede llevarle a intentar luchar contra lo que tiene, o huir, escapar.
En la primera reacción, el exceso de activación, hace que sea dificultoso tomar decisiones acertadas, que lleven a enfrentarse a la realidad del sujeto de una forma provechosa. Estas percepciones de intentos fallidos de solución generarán más estrés.
En la segunda reacción, aparece lo que en psicología llamamos refuerzo negativo. El escapar de los problemas, el no enfrentarme, el hacer como el caballo que en la ciudad lleva orejeras para solo mirar hacia adelante, produce disminución del nivel de ansiedad, porque me alejo del/los focos/s de activación de la ansiedad. Obtengo beneficios, de no resolver el problema. ¡Mal asunto!
Por otro lado, está el estrés crónico. Este ya es más problemático aún. Porque se trata de un «modo de vida”, de una forma determinada de reaccionar ante las diferentes situaciones que se nos plantean. Es la activación más o menos permanente, es como estar de guardia 24 horas. Todo es recibido como amenazante y hay que estar «en guardia”: imaginen al tigre, cuando antes de atacar, se pone en posición, para salir corriendo y saltar sobre su presa. A esto se llega muchas veces porque varios sucesos estresantes se han sucedido, o sea varios estreses agudos seguidos pueden acabar en estrés crónico. O una situación estresante que se alarga en el tiempo, puede derivar en crónico.
Vivir en condiciones estresantes durante un periodo de tiempo puede resultar muy pernicioso para el individuo que lo sufre.: dolor de cabeza, de estómago, problemas intestinales, molestias en el pecho, vómitos, temblores, sacudidas, ………
Tengamos en cuenta que nuestro cuerpo, con estrés, se pone a funcionar a mas revoluciones de las normales. No puede ser bueno.
3. Estrés agudo y Estrés crónico II
Hemos visto que el estrés es esa activación (ansiedad)que puede llevarnos a luchar o a huir.
Aunque superiores, somos animales, y, como tales experimentamos reacciones que son automáticas, y necesarias para la adaptación. Recordemos por ejemplo la reacción automática de retirar la mano cuando algo nos está haciendo daño: fuego, aguja, mordedura…O el temblor del cuerpo cuando la temperatura exterior es baja y nuestro cuerpo corre el riesgo de bajar su temperatura corporal. ¿Qué hacemos? temblar, una forma de movernos con el fin de mantener ese calor corporal.
Si voy en bici, y de repente veo que viene un coche de frente a toda velocidad, tendré que reaccionar deprisa porque de eso depende mi bienestar.
Pero existen otras «amenazas» que no son tan palpables, no son tan «reales “y no estamos en «verdadera» peligro. Por ejemplo, el miedo ante un examino una entrevista de trabajo
4. Estrés agudo y Estrés crónico III
En los dos casos anteriores se produce una presión psicológica, una ansiedad anticipatoria, que no la inicia un problema real sino uno percibido como tal. La respuesta es igual que cuando el peligro es real.
El cerebro evalúa una situación y decide si se activa la liberación de lo que se llaman «hormonas del estrés»(que segrega la hipófisis) que estimularán a las glándulas suprarrenales, liberándose entre otras hormonas adrenalina y noradrenalina.
EL cuerpo es muy listo ¿saben? se desencadena n un montón de reacciones que se supone nos ayudan si elegimos enfrentarnos: se segrega por ejemplo endorfinas que son como la aspirina para el dolor de cabeza. Son calmantes naturales que se vierten en la sangre para que mientras estés en esa situación, no sientas dolor.
Seguro que más de uno de los que lean esto habrán pasado por situaciones estresantes que le han llevado a no sentir dolor hasta pasado todo. El que corre los 100 metros, nota el dolor en el tobillo cuando acabó la carrera, a muchos nos pasa que es durante el fin de semana cuando notamos más dolores, o estornudamos más, o nos duele la cabeza. Claro….entre semana no nos podemos permitir eso muchas veces. Se nos corta la digestión, porque la sangre se va a donde hace falta: los músculos de todo el cuerpo.
Pero ¿qué pasa cuando esta situación se prolonga en el tiempo? El cansancio percibido es muy grande, y los síntomas aumentan en intensidad y duración.
Desde el punto de vista psicológico, los pensamientos tienden al pesimismo, a lo irracional, lo cual incrementa el estrés. Y se altera casi todo: el nivel atencional merma, y empiezan a olvidarse cosas, a no atender otras, a confundir otras, a tener parafasias, etc. nivel emocional, la autoobservación de otros síntomas lleva a la tristeza a, veces, a la rabia otras, a la indiferencia total otras.
Como ven, nombro muchos síntomas, pero no puedo dar una lista concreta de ellos ya que como dije al principio, en cada persona, la ansiedad se manifiesta de forma diferente.
Bien…ya vale de explicación, y ahora ¿qué hacemos?
5. Factores que ayudan a saber si tengo estrés
La ansiedad no debe eliminarse, ya que un pequeño nivel de alerta en ciertas ocasiones puntuales es muy beneficioso. El problema es cuando no sabemos controlar esa ansiedad, y se desborda.
Sabremos que estamos ante un estrés nocivo, si contestamos de forma afirmativa a preguntas como:
– ¿Percibo mi día a día como una carrera permanente, en la que no hay tiempo para el descanso?
– ¿Cuando me pongo nervioso, percibo que controlo ese nivel de ansiedad, o me sobrepasa y me bloquea?
– ¿Me dicen que ha cambiado mi carácter, o que tengo muchos cambios de humor?
– ¿Me siento cansado, incluso recién levantado?
-Ante una situación nueva o difícil: ¿siento miedo, o lo veo como un reto a enfrentar?
-Puedo recordar 4 o 5 situaciones agradables y relajantes en el último mes?
-Me preocupo más que me ocupo.?
La habilidad de una persona para salir airoso de una situación estresante depende muchas veces de las herramientas que tenga esa persona para enfrentar situaciones difíciles: autoestima, pensamientos racionales, capacidad de relajación,
Las personas sociables, las capaces de sacar fuera lo que piensan, las que comparten experiencias con otras, y las que tiene apoyo afectivo real y percibido, son menos propensas a padecer estrés.
En el próximo capítulo incluiremos un inventario de acontecimientos estresantes, en el que se especifica la «puntuación» de estrés que provocan.
6. Inventario de acontecimientos vitales estresantes
Son experiencias vitales clasificadas por el grao de estrés que producen. Hay que sumar los puntos adjudicados a cada acontecimiento vivido durante el año anterior para obtener la puntuación total. Los autores dicen que, si puntuamos más de 300, tenemos un 80 por ciento de posibilidades de desarrollar estrés en un plazo de 2 años.
7. Control de la ansiedad: trucos
Aprender a controlar el estrés es una habilidad esencial en la vida.
Estrés agudo
Puede aparecer por ejemplo en situaciones que creemos no poder controlar o evitar que suceda
Existen dos formas de reducir al mínimo el impacto del estrés: cambiar nuestros pensamientos acerca de la situación, o cambiar las respuestas físicas.
Cambiar la forma de ver la situación estresante, concentrándonos en el objetivo. Por ejemplo, si tengo una entrevista de trabajo la semana que viene, y mi objetivo es que me cojan para ese puesto, pensamientos del tipo: “no voy a saber que decir» o «seguro que ya tienen a algún enchufado”,.. me siento mal, desencantada, con miedo, o con rabia. Ninguna de esas emociones me ayuda a conseguir mi objetivo, que es conseguir el puesto.
Son pensamientos irracionales, porque son creencias de las que no tengo pruebas reales, es solo lo que yo creo.
1º truco: que creas algo no le da el valor de cierto. Deja una posibilidad a la duda. Puedes fallar, eres humano
2º truco: no soy vidente, ¿cómo puedo estar tan seguro de lo que va a pasar?
Cambiar las respuestas físicas, implica: relajación.
Si aprendemos a respirar de forma efectiva (inspiración muy lenta hasta que no entre más aire y expiración lente y por la boca) sobrecargaremos de trabajo al corazón y este tendrá que aminorar la marcha.
Si el corazón cambia su velocidad, esa información llega al cerebro, y este interpreta que ya no hay tanto peligro, por tanto, ordena que disminuya la alerta.
3º truco: aprender alguna técnica de relajación, del tipo de la relajación muscular, donde exista una sensación real de tensión-relajación.
8. Control de la ansiedad: trucos dos
El estrés que provoca pensar en lo que va a venir, el anticipar en forma de pensamiento, diferentes acontecimientos amenazadores, se llama estrés anticipatorio distal. Lo producen pensamientos del tipo:
«seguro que va a pasar»
«¿Y si……?
«no va a servir de nada»
«sé que me va a decir que no»
«no voy a poder soportarlo»
Debemos recordar un truco anterior: no somos videntes.
No somos los dueños de la verdad.
Y debemos aprender a plantearnos cuestiones que racionalicen nuestra creencia.
Por ejemplo, si creo que me voy a enfermar de forma grave, en lugar de estar observándome todo el tiempo, puedo buscar los puntos de realidad de ese pensamiento. Por ejemplo: ¿qué pruebas tengo?,¿me alimento mal? ¿tengo antecedentes de una enfermedad así?. Y acciones preventivas: controles médicos anuales, ejercicio, alimentación sana, etc.
Todo esto no es fácil, por eso a veces es necesario y muy positivo, acudir a un psicólogo que nos enseñe herramientas de afrontamiento.
Algo importantísimo, será buscar un tiempo de ocio.
El «no tengo tiempo» es predictor de estrés. Necesitamos cada día, realizar pequeñas actividades que nos gusten que nos compensen del as no tan positivas. El café con el amigo, la novela de las 16.00 isla caricia a la pareja, pintarme las uñas de los pies, …….
4º truco: En la agenda del día tiene que haber un momento para Mí.
LA ALEGRIA Y SU MANIFESTACION EN EL AURA
La alegría se manifiesta sobre el cuerpo físico, las emociones y el pensamiento. La falta de ella hace que una persona sea perezosa y reacia a esforzarse y trabajar, Además de hacerlas persona mal humorada.
Ahorramos energía, salud y dinero no cayendo en la depresión, la ira, el odio y la irritación, sino conservando nuestra alegría, paciencia y serenidad.
Cuando ves una flor y sientes alegría, dices: ¡Es realmente bella!… después apartas tu rostro para hacer otra cosa, pero si miras más tiempo y ves la forma de los pétalos y los colores de esa flor, y hueles su fragancia… puedes tener ocasión de experimentaren ti el efecto de la alegría.
Detenernos por un momento y disfrutar de la naturaleza, es observarla y sentirla desde nuestro interior, por ejemplo, ver los árboles y descubrir la vida que existe en ellos, los pájaros escucharlos y descubrir el canto de uno o varios, al hacer esto nos conectamos con la alegría también.
Dejemos de correr tanto y veremos que las soluciones a nuestros problemas están más cerca de lo que creemos.
Cuando nos permitimos experimentar la alegría nos proporciona un cuerpo sano, pensamientos, emociones, planes y metas armoniosas.
Tenemos muchísima alegría en nuestro ser, pero no la disfrutamos a causa de nuestra prisa.
Cualquier alegría que no asimilemos o disfrutemos. Cualquier alegría a la que determinados pensamiento o personas, o el entorno, golpeen y ataquen, se cristaliza y bloquea nuestra aura. Cuando los bloqueos de esa índole aumentan, eludimos todo cuanto pueda suscitar alegría que provenga de nuestro Centro.
La alegría debería ser en nuestra aura una corriente activa o una onda circulatoria. Esa onda es causa de salud, felicidad, energía, optimismo y entusiasmo.
Si permitimos que fluya, sin bloquearla o cristalizarla evitaremos diversos problemas. La tristeza, el pesar y la depresión suelen ser resultado de la alegría que está bloqueada o aprisionada en nuestro organismo.
Tal vez conozcamos a alguien que sufrió la muerte o la pérdida de un ser querido y haya entrado en una profunda depresión y apatía, durante mucho tiempo. Cuando la alegría se congela, suele helar también el corazón y la conciencia, por supuesto que hay medidas que podemos tomar para combatir esos momentos en los que se te va la alegría.
Cuando estemos alegres, aferrémonos a la alegría, degustémosla, inhalémosla y procuremos que desemboque en nuestra aura en nuestros nervios, valiéndonos de nuestra energía de la conciencia, o sea seamos conscientes de esto. (paremos)
Observar y contemplar la puesta del sol, con júbilo y adoración total. descubrir los rayos del sol y toda su sinfonía de formas y colores y permitirnos compenetrarnos en todo esto durante un buen rato es sentir la alegría de estar vivo y disfrutar ese momento
Cuando experimentemos alegría, tratemos de que por lo menos durante unas pocas horas, ese sentimiento nuestro persista, permaneciendo en esa ola de energía. Un minuto de alegría puede encender en nosotros todas las luces y convertirnos en una persona exitosa, bella y atractiva, incluso durante un buen tiempo.
Ahora bien pongámonos a pensar cuando podemos encontrar la alegría.
Por ejemplo cuando comemos, no traguemos, degustemos con la alegría de que nos alimenta y nutre, saboreemos y disfrutemos del placer de sentir los sabores.
Esto mismo ocurre con todo lo que queremos disfrutar. Tomémonos el tiempo no nos apresuremos… El momento de la alegría es sagrado, pues propicia la transformación.
Esta emoción crea una química especial en nuestra aura y en nuestro cuerpo mental, astral y etérico, magnetizándolos en relación con las corrientes de las inspiraciones superiores provenientes de nuestra Alma de tus maestros o fuentes o centros de sabiduría más elevados.
Asimismo, esa atmósfera magnética nos permite traducir correcta y creativamente las corrientes de inspiración.
Las fuerzas de la abundancia son las que hacen fluir las cosas en tu dirección. Una persona alegre ve cómo los libros, el dinero, la tierra y muchos otros objetos que ella necesita fluyen en su dirección, porque las fuerzas dela abundancia saben que esa persona los usará para el Bien Común y para servir a la humanidad. porque una persona con alegría no busca la maldad ni la envidia o el odio o cualquiera de los pecados capitales ya que todo eso cristaliza su energía mancha su aura y la daña quitándole la alegría. entonces ella quiere estar bien y por ende hacer bien.
La abundancia y la alegría se hallan estrechamente relacionadas entre sí. Una persona alegre disfruta de las cosas que posee, sin embargo, todos los bienes materiales que una persona triste posee, son para ella como una cárcel, pues son el origen de su desdicha o, lo que es peor de todo, la causa de su destrucción espiritual y moral.
La alegría atrae a las fuerzas de la armonía. La gente coopera voluntariamente con una persona alegre.
La alegría produce vitalidad no sólo en nuestro cuerpo sino también en nuestros pensamientos, emociones, acciones y expresiones, nos colmamos de vitalidad y nos convertimos en una fuente de vitalidad en nuestro entorno. Trasmitimos energías que nutren, elevan, curan o fortalecen a quienes nos rodean. La alegría es la fuente de la vitalidad y la causa principal de la resistencia de nuestro sistema inmunológico. Cuando uno desea y es alegre aprende a desarrollar la paciencia, la perseverancia, la resistencia y ánimo inmutable.
La paciencia es el resultado de la alegría. La paciencia sin alegría incendia todos nuestros centros y crea enojo. La alegría es paciente.
La perseverancia es el resultado dela alegría, ya que vitaliza tu espíritu y despeja tu senda. La perseverancia con alegría es un proceso de trasformación de ti mismo según la imagen que tú mismo idealizas.
La resistencia es dolor y sufrimiento, si no es inspirada por la alegría. La alegría hace que soportemos rigores y circunstancias difíciles, ya que te demuestra lo que tú puedes hacer y ser.
La alegría anima en tal proporción tus vehículos, que puedes resistir cualquier ataque y soportar grandes esfuerzos y presiones hasta que alcances tu meta.
La alegría no te interna en desiertos, sino que te incita a trabajar y vivir en un mundo en el que hay problemas, dificultades y peligros. Te impulsa a cumplir con tu deber y te induce a trabajar, en todos los lugares posibles, para repartir alegría, tal como repartirías comida a quienes tienen hambre y agua a quienes tienen sed.
Si podemos mantenernos alegre largo tiempo, podremos ver como muchas piedras preciosas perdidas en vidas pasadas, caerán a nuestros pies cuando mayor sea tu necesidad. La vida acula todos nuestros diamantes a fin de devolvernos en los momentos en que podamos usarlos constructivamente.
Tenemos herramientas: La Risa y la sonrisa
Si observamos las personas alegres son magnéticas, exitosas, felices, creativas, sanas.
Podemos decir que la alegría es un estado de ánimo positivo que produce en nuestro cuerpo distintas respuestas fisiológicas que ayudan a combatir y hasta prevenir las enfermedades.
Es una actitud frente a la vida ya que la alegría logra modificar todo nuestro entorno. Cuando uno está alegre se producen manifestaciones físicas como la sonrisa y la risa.
La risa es la manifestación de un sentimiento de la alegría que se produce al contraer ciertos músculos del rostro y que va acompañada por una espiración espasmódica y ruidosa.
Cuando reímos inhalamos profundamente, dejando después salir el aire con exhalaciones cortas y bruscas: Ja-ja-ja.
Podríamos decir que la risa es un canal que nos permite eliminar las emociones excesivas. Tiene como función suministrar energía al cuerpo poniéndola en tensión para entrar en acción. Al reír la tensión explota súbitamente, la emoción se debilita y permite la salida del exceso de emociones adrenérgicas defensivo agresivas.
El exceso de emociones no puede ser eliminado mediante una actividad muscular voluntaria tan solo puede ser consumando en proceso internos (viscerales y glandulares.
Los solos hechos de sonreír generan estímulos eléctricos sobre los filetes nerviosos que inervan los músculos que interviene en la sonrisa, y los nervios sensitivos que son los que vuelven al cerebro llevando estos impulsos hasta el centro del sistema límbico, donde son bien recibidos por la glándula pituitaria o hipófisis (única de nuestras glándulas que es química y eléctrica al mismo tiempo.
Cuando la glándula pituitaria recibe el estímulo o impulso generado por nuestra sonrisa o risa, reacciona liberando unas hormonas llamadas Endorfinas, las que producen, al ser liberadas, una sensación de bienestar generalizado además de ser analgésico natural y aumentar las defensas en nuestro organismo.
La risa aumenta el número de endorfinas, que a su vez relajan las arterias, aceleran el pulso y rebajan la presión mejorando la circulación y beneficiando también la reacción inmunológica.
Si practicamos, aunque forzadamente al principio la sonrisa o la risa estaremos obteniendo todos estos beneficios.
Si a esto le sumamos un cambio de actitud mental a través del trabajo sobre emociones positivas como la alegría o lenguaje positivo iremos mejorando día a día hasta lograr el habito natural de estar alegres.
La sonrisa cambia el tono de voz y la imagen se torna agradable. Una sonrisa nos conduce al optimismo y crea en nosotros una disposición de ánimo que hace imposible toda irritación o impaciencia.
Los ojos de una persona que ríe destellan, las esquinas se arrugan, pero tanto el entrecejo como las mejillas se mantienen tirantes y lisos, los labios se separan y las comisuras de la boca se elevan, lo que da al rostro una expresión radiante.
Todos tenemos muchos momentos de alegría en nuestra vida, pero sepultados por el dolor y el sufrimiento. Podríamos tratar de llegar hasta ellos, encontrarlos y traerlos a la superficie.
No hay alegrías grandes y pequeñas, todas las alegrías son la misma alegría, pero la diferencia radica en la intensidad con que las sentimos y la profundidad con que las registramos.
Beneficios de la carcajada…
Reduce las tensiones físicas, mentales y emocionales.
Previene muchas enfermedades
Relaja, flexibiliza, energetizan, aumenta defensas del organismo.
Medicamento natural gratuito, siempre a mano
Y… Más beneficios….
Científicamente se ha comprobado que la risa franca, la carcajada, aporta múltiples beneficios tales como: reduce el estrés, las tensiones, la ansiedad, la depresión, el colesterol, el insomnio, adelgaza, elimina dolores, problemas de corazón, respiratorio, cualquier enfermedad. Además, aporta a nuestra vida: aceptación, comprensión, juego, energía positiva, alegría, agudiza nuestros sentidos, y…. recientes estudios sobre la capacidad de las carcajadas para combatir todo tipo de enfermedades revelan que lo único que hay que tomarse en serio en la vida es la risa.
Científicamente está comprobado que nuestro campo áurico cambia de color y de forma según nuestro estado…
La risa franca es curativa
o Se crea un espacio para reírse con uno mismo, vivir el aquí y ahora, estar en el presente, ya que es imposible reír y pensar a la vez.
o Llegar a la risa franca es la que nos va a beneficiar al máximo, reírnos sin motivo alguno, solo por placer de reír; además es la que nos conecta con el niño que todos llevamos adentro, y así desde ese espacio tan especial, descubrir nuestros dones, mejorar nuestra comunicación, abrirnos horizontes, vencer los miedos, llenarnos de luz, de fuerza, de ilusión, de sentido del humor, de gozo y aprender a vivir una vida positiva, intensa, sincera y total, como los niños. Fluir, ser inocente, flexible, espontáneo y viviendo desde el corazón.