El camino para liberarse de miedos y culpas
El camino para liberarse de miedos y culpas. Este artículo en audio.
Liberarse de los miedos y las culpas puede ser un proceso desafiante pero esencial para promover el bienestar emocional y mental. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte en este proceso:
- Autoconciencia: Toma conciencia de tus miedos y culpas. Identifica cuáles son y cómo te afectan en tu vida diaria. Reconoce que los miedos y las culpas son emociones normales, pero que puedes aprender a manejarlos de manera saludable.
- Reflexión y comprensión: Examina tus miedos y culpas desde una perspectiva más amplia. Trata de comprender sus orígenes y las experiencias pasadas que puedan haber contribuido a su desarrollo. Esto puede ayudarte a obtener una comprensión más profunda de ti mismo y a desafiar creencias limitantes.
- Terapia o apoyo profesional: Considera buscar la ayuda de un terapeuta o consejero, especialmente si tus miedos y culpas son intensos o están afectando negativamente tu vida. Un profesional capacitado puede brindarte el apoyo y las herramientas necesarias para abordar estos problemas de manera efectiva.
- Prácticas de autocuidado: Cuida de ti mismo a nivel físico, emocional y mental. Esto puede incluir actividades como hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga, y llevar un estilo de vida saludable en general. Estas prácticas pueden ayudar a reducir el estrés y fortalecer tu bienestar general.
- Reemplaza los pensamientos negativos: Desafía y reemplaza los pensamientos negativos asociados con tus miedos y culpas. Practica el cultivo de pensamientos positivos y realistas. Puedes utilizar afirmaciones positivas, visualizaciones y técnicas de reestructuración cognitiva para cambiar patrones de pensamiento negativos.
- Perdón y aceptación: Aprende a perdonarte a ti mismo y a los demás. Reconoce que todos somos humanos y cometemos errores. Acepta que el pasado no se puede cambiar, pero que puedes aprender y crecer a partir de él. Trabaja en el proceso de dejar ir las culpas y los resentimientos que te impiden avanzar.
Recuerda que liberarse de los miedos y las culpas lleva tiempo y es un proceso individual. Sé amable contigo mismo y ten paciencia a lo largo del camino. Siempre es útil buscar apoyo de personas de confianza y recordar que eres capaz de superar estos obstáculos y vivir una vida más plena y feliz.
El camino para liberarse de miedos y culpas
El temor al fracaso, sentirnos culpables, la timidez, pueden impedirnos llevar a cabo nuestros proyectos. La Hipsoconciencia apunta a la construcción de un Yo libre de estos mecanismos, fortaleciendo los estados conscientes y la voluntad del individuo.
El fracaso es una actitud mental del individuo, está dentro de la persona y no en las condiciones externas, como comúnmente se cree. Existen seres con gran inteligencia y preparación que no llegan a triunfar en la vida por una cantidad de bloqueos de la propia personalidad. Estos no les permiten utilizar sus capacidades de manera efectiva. En esta situación, nuestro inconsciente juega un papel muy importante.
El miedo al fracaso, la sensación de culpa, la timidez son factores que oponen una fuerza negativa a nuestros proyectos de vida. Aprender a liberarnos de ellos, encarar los asuntos que nos interesan con una actitud positiva es fundamental para pretender el éxito y el bienestar. Y en esta nota le contamos de qué se trata.
Hipsoconciencia ¿Qué es y cómo trabaja?
La hipsoconciencia es una disciplina que apunta a la construcción de un Yo libre de estos mecanismos del inconsciente, afianzando y fortaleciendo los estados conscientes del individuo. Hipso significa mayor. Lo que se busca es una conciencia más plena y mejor aprovechada frente a los conflictos que nos plantea la vida cotidiana. No se trata de hacer un súper individuo con una potencialidad y energía superior a la normal, sino de eliminar trabas de nuestra mente para el aprovechamiento de estas capacidades. Es por eso que la hipsoconciencia es una búsqueda de la verdad. En esta entrega, explicamos algunos ejercicios a los que esta práctica recurre para alcanzar el dominio de uno mismo y el bienestar interior.
El pensamiento creativo
La sociedad ha contribuido a la formación de esta actitud negativa que refrena la expansión de nuestro Yo individual. Nuestra civilización nos ha inculcado una serie de hábitos y costumbres que han hecho confundir el yo con el nosotros, impidiéndonos diferenciar entre la identificación grupal y nuestros propios deseos. Ante la publicidad y el adoctrinamiento de los medios masivos de comunicación, la postura mental más cómoda es la de dejarse llevar por la corriente y aceptar como propias las iniciativas de los demás, sin reflexionar sobre nuestras propias metas.
La hipsoconciencia busca la conformación de un Yo reflexivo, avanzando en la confianza en sí mismo. A esto se llega limitando la identificación con la sociedad y dejando fluir nuestros genuinos deseos. Es necesario poner distancia del medio que vivimos, para lograr nuestras propias normas de conducta y conceptos filosóficos, libres de los condicionamientos sociales. Lo verdaderamente crucial es la diferencia entre ser un individuo o no serlo.
Las trampas de la emoción
De acuerdo con la hipsoconciencia, nuestra actitud diaria se divide en estados oníricos de vigilia. En ningún momento del día aparece uno con exclusión del otro. Del mismo modo, aunque durante el sueño el estado onírico es el que predomina, también se mantiene algún grado de conciencia.
El mundo de los sueños carece de lógica y de inteligencia racional. Las facultades de la mente sufren una perturbación y sólo actúa lo emocional y los instintivo. El problema surge porque en estado de vigilia lo onírico aparece provocando perturbaciones.
Es por esto que no se reflexiona adecuadamente y nos cuesta vencer los conflictos del mundo real. Una forma muy común de este estado onírico es el anticipar lo que pasará. Por ejemplo, antes de una importante entrevista de trabajo, imaginamos lo que va a suceder. Caemos en un estado donde impera la fantasía. Nos llena de angustia pensar lo que podría ocurrir y, llegado el momento de la entrevista real, intervienen las emociones que sentimos en nuestro estado onírico, y no podemos captar el verdadero suceso en su dimensión.
Cuatro técnicas para elevar el nivel consciente
Este método propone diferentes ejercicios para la elevación del nivel consciente.
1.- LA RESPIRACION INTELIGENTE
Un buen ejercicio es la respiración matinal que eleva el tono mental y produce un estado armónico, permitiendo que la energía se dosifique de manera equilibrada durante el día. Este entrenamiento respiratorio hace pasar lo que era puramente mecánico al estado consciente, y lleva lo que era vegetativo al nivel de lo volitivo.
Póngase de pie, con los ojos cerrados los pies juntos y en una postura erguida. Estire los brazos y junte las yemas de los dedos a la altura de la pelvis. Manteniendo la misma postura, súbalos lentamente hasta la altura del mentón, mientras inspira de manera profunda y presiona el estómago hacia fuera. Usando la misma inspiración, abra los brazos para ampliar la capacidad pulmonar llevándolos lo más atrás que pueda. Retenga el aire unos segundos y comience la exhalación aflojando los brazos y las manos hasta que queden a ambos lados del cuerpo. Haga una pausa antes de repetir el ejercicio para evitar la sucesiva oxigenación. Es conveniente realizarlo tres veces al día, siempre por la mañana y antes del desayuno.
2.- CONTROLE SU IMAGINACION
El principio de la ideo plástica se basa en la capacidad de transformación que tienen las ideas en el capo de lo filosófico. Si cerramos los ojos e imaginamos un tren que pasa delante de nosotros a toda velocidad, comprobaremos que nuestros ojos imperceptiblemente se mueven de un lado a otro, como si efectivamente siguiéramos con la vista al tren.
Nuestros globos oculares se mueven acompañando el recorrido imaginario. Esto demuestra que existe una relación estrecha entre los fenómenos imaginativos y la actitud ocular.
PASO A PASO
El ejercicio que proponemos es mirar hacia atrás, pero no girando la cabeza, sino haciendo como si miráramos a través de nuestro cerebro. Aconsejamos hacerlo acostado, en una habitación a oscuras. Relaje los músculos de los ojos mirando alternativamente hacia arriba, hacia abajo y para cada uno de los costados. Cierre los ojos, mire fijamente hacia adelante y, luego, imagine que sus globos oculares son dos linternas cuya luz en vez de salir hacia delante lo hace hacia atrás.
3.- EJERCICIOS VERBALES
La claridad de la palabra influye en los procesos nerviosos, ya que contribuye a obnubilar o aclarar. El primer elemento que debe tenerse en cuenta en los ejercicios que tienen que ver con la fonación es el aire. El flujo debe ser constante y uniforme.
PARA ACLARAR LAS IDEAS
Tome un texto y léalo sin emitir sonido, pero moviendo los labios, la lengua y la mandíbula como si lo estuviera haciendo en voz alta. Exagere los movimientos para ser consciente de ellos. Repítalo durante un tiempo, y después de reconocer profundamente los movimientos que antes hacía inconscientemente, lea en voz alta.
Otro ejercicio consiste en leer con un lápiz entre los dientes hasta que las palabras salgan claras. Se debe prestar atención al silabeo y a la articulación. Puede pensarse que el hecho de estar concentrado en el modo de hablar causará distracción en el uso correcto del lenguaje, pero las personas que lo han practicado atestiguan que sucede todo lo contrario. La mente se despeja y también las ideas. Esto se debe al aumento de la vigilia, que acrecienta el nivel de conciencia y aclara el pensamiento.
4.- LA CONCENTRACION KINÉSICA
El repetir movimientos de manera involuntaria hace que coexistan los dos estados de vigilia y onírico o de conciencia y subconsciencia antes mencionados. El automatismo siempre refuerza el nivel inconsciente y debilita la conciencia.
Un ejercicio que reintroduce el nivel de lo consciente en nuestros movimientos es la concentración kinésica. La técnica consiste en moverse simple y pausadamente de manera deliberada como si fuera necesario pensar para moverse. Es necesario comenzar con movimientos sencillos, como levantar una taza o dar un paso. Luego el perfeccionamiento de esta técnica nos permitirá practicarla en situaciones más complejas. Estos ejercicios resultan óptimos en los momentos en que se precisa una claridad mental excepcional. Su práctica lleva a estructurar a un individuo inteligente con pleno dominio de su actitud consciente.
Estrategias para vencer
El miedo al ridículo
Es uno de los problemas más comunes y puede ser superado, si entendemos que se relaciona con la inseguridad y aprendemos a querernos y a valorar nuestros deseos, aunque no coincidan con los de los demás.
¿Cuántas veces hacemos determinadas cosas, no porque nos proporcionen placer, sino sólo para no llamar la atención? ¿Cuántas veces nos callamos, incluso para no emitir una opinión que, suponemos, es contraria a la de la mayor parte de la gente? ¿Cuántas veces deseamos ponernos esa ropa que tanto nos gusta y que nos queda tan bien, pero no lo hacemos por miedo a no estar a la moda y ser objeto de desaprobatorias miradas ajenas? Estos son sólo algunos ejemplos de una de las afecciones psicológicas más comunes de nuestra sociedad: el miedo al ridículo.
Retrato de un inseguro.
Estos individuos tienen la sensación de comportarse con timidez, inseguridad y hasta vergüenza. Y, sobre todo, con un excesivo miedo al ridículo. Son esclavos del deseo de gustar a todos, menos a sí mismos. Se trata de hombres y mujeres que viven obsesionados por el respeto a los demás, aún a costa del respeto a su propia persona. Antes de emprender una acción o emitir una palabra, tienen más en cuenta lo que «se debe decir o hacer» en detrimento de aquello que verdaderamente quisieran decir o hacer. Son, en suma, personas no asertivas.
En este tipo de personalidad, el miedo al ridículo inhibe a las personas. La inhibición es resultado de un mecanismo automático. Si uno siente temor a ser menospreciado por los demás, optará siempre por no llamar la atención. El miedo al ridículo se halla vinculado a la inseguridad y el temor al qué dirán, dos consecuencias de la ausencia de autoestima. La inseguridad o falta de asertividad es fuente de muchos problemas: aislamiento social, depresión, conflictos familiares y de pareja, inadaptación. Se ha comprobado que también suele generar enfermedades de origen psicosomático como la jaqueca o el colon irritable. El individuo con esta personalidad se inclina humildemente ante los deseos de los demás y bloquea los suyos propios.
Los temores más comunes
Algunas actitudes frente a determinadas situaciones resultan claros ejemplos de conductas no asertivas:
No atreverse a protestar mucho cuando, después de haber esperado pacientemente y respetuosamente en una fila para realizar un trámite, alguien se adelanta.
No hacerle notar al chófer del autobús que el volumen de la radio es excesivo y molesta a la mayoría de los pasajeros.
En una reunión de vecinos, no atreverse a expresar una opinión contraria a la de la mayoría de los presentes.
Sentirse en la obligación de dejar propina en un restaurante, a pesar de que el servicio haya sido deficiente.
Comprar un artículo en un negocio sólo porque el vendedor se ha tomado la molestia de mostrarnos muchos productos.
No reclamar cuando algo que hemos adquirido se encuentra en mal estado.
¿Es usted un ser temeroso?
Por lo general, las personas con una personalidad del tipo no asertiva han ido acumulando a lo largo de su vida una serie de excusas y justificaciones como: «Si no compro nada después de que el vendedor me ha mostrado tantos pares de zapatos, me hará pasar vergüenza delante de los otros clientes», o «Si mi opinión no coincide con el resto de la gente es porque el equivocado soy yo». En este punto, el miedo al ridículo se convierte en un culto al qué dirán. Pero, a veces los no asertivos para tratar de defenderse de sus miedos e inhibiciones, adoptan a modo de disfraz posturas excesivamente duras con aquellos ante quienes no implica un riesgo mostrarse de esa manera, como, por ejemplo, sus subordinados.
Otro disfraz frecuentemente asumido por los no asertivos es el de una apariencia extravertida, lo cual suele acarrearles frecuentes problemas, ya que puede suceder que, por ejemplo, cuenten un chiste subido de tono en un lugar o una situación inadecuados. Lo que ocurre en estos casos es que potencialmente disponen de respuestas asertivas, pero no saben cuándo ni cómo utilizarlas.
Otros, en cambio, intentan esconder su timidez y falta de seguridad forzándose a una constante sobreactuación o adoptando conductas aristocráticas y sofisticadas.
DIEZ modos de afrontar el problema
1.- Practique el entrenamiento asertivo. Aprenda a pensar en forma distinta, reforzando el respeto por los propios derechos personales.
2.- Comience a valorar sus deseos. Acepte sus aspiraciones y sentimientos como una parte valiosa de ese todo que es su persona.
3.- Esfuércese por reconocer sus deseos. Trate de discriminar y diferenciar cuáles son aquellas acciones que ejecuta para lograr su propio placer de aquellas que sólo emprende para complacer a los demás. De esta forma, podrá obrar de acuerdo con sus propios deseos y no para satisfacer lo que los demás esperan de usted.
4.- Ejercite diariamente el respeto por sus propios derechos. Atrévase a salir de la zapatería sin comprar nada, después de haberse probado diez pares de zapatos, no deje propina en aquellos lugares o situaciones en las que considere que el servicio ha sido deficiente, etc.
5.- Quéjese cuando le atienden mal. Esto no implica necesariamente gritar o utilizar palabrotas. Se trata simplemente de dejar claro que usted no se siente conforme con la atención que recibe.
6.- Niéguese a hacer cualquier cosa que no desee. Por lo general, la persona no asertiva cree que por negarse a hacer algo que no desea, resultará desagradable a los demás. Esto no debe ser necesariamente así. Si usted realmente lo desea, aprenderá a decir «no» de la mejor manera posible, con toda la diplomacia y la mejor sonrisa en sus labios que, de ninguna manera, restará seguridad a su negativa.
7.- Despreocúpese del que dirán. Lo importante no es la opinión ajena sobre sus acciones, sino su propia seguridad al decir o hacer lo correcto y lo apropiado.
8.- Comprenda que no es posible resultar agradable a todos, todo el tiempo.
9.- Relativice los juicios ajenos. Un juicio ajeno es un juicio humano y, por tanto, está expresando una verdad relativa y no universal. Si alguien piensa que usted está haciendo el ridículo por vestirse de una forma determinada, no se trata nada más que de una opinión subjetiva. Piense que para otros que sepan apreciar su estilo personal, usted puede resultar encantador o sumamente atractivo con ese mismo atuendo.
10.- ¡Quiérase! Aprenda a valorarse más allá de cualquier similitud y diferencia que usted tenga con cualquier otro ser del Universo.
Tu Eres Responsable De Tu Vida
Usa Tu Magia Para Sanar Tus Emociones
Nuestros pensamientos negativos no tienen poder alguno sobre nosotros al menos que nosotros les demos poder pensando en ellos.
“AMATE A TI MISMO. CAMBIARÁ TU VIDA” –
Nosotras tenemos el mando de control de nuestros pensamientos. Somos lo que pensamos.
EL TRABAJO ANTES DE IRSE A DORMIR
¿Crees que te mereces tener paz y serenidad en tu vida emocional? Si no lo sientes o te lo crees, no sucederá. Cuando te vayas a dormir di mentalmente desde tu corazón y con tus ojitos cerrados: «Me merezco tener paz interior, y la acepto ahora.» Dilo unas cuantas veces
1. ¿Qué clase de sentimientos afloran?
2. Corporalmente, ¿cómo te sientes?
3. Lo que acabas de decir, ¿te suena a verdad, o todavía te sientes indigno de ello?
Si tienes cualquier sensación negativa en el cuerpo, afirma:
«Tengo derecho a sentirme bien, en paz y feliz»
Repítelo hasta que sientas la aceptación.
Es muy probable que te quedes dormida, no pasa nada, MEJOR. Haz lo mismo durante varios días seguidos. Quizá te sientas rara o tonta haciendo alguno de estos ejercicios. Tal vez te preguntes cómo es posible que hacer esto dé algún resultado. Pues yo lo práctico y los resultados son maravillosos
EJERCICIO: Diviértete Con Tu Niño Interior
Piensa en las cosas te que te hacen feliz
En ocasiones, cuando te diviertes o juegas, cuando te sientes feliz, cuando pintas, escribes poesía o paseas por el bosque, o cuando te expresas de cualquier otro modo, tu niño interior reaparece. Estos son los momentos más felices de tu vida: cuando surge tu yo verdadero, cuando no te importa el pasado y no te preocupas por el futuro. Entonces eres como una niña.
Piensa en las cosas te que te hacen feliz
Enumera de momento cinco maneras en las que podrías pasártelo bien con tu niña interior. Tal vez disfrutaseis leyendo buenos libros, yendo al cine, cuidando el jardín, escribiendo un diario o tomando un baño caliente. Y ¿qué hay de algunas actividades «de críos»? Realmente, tómate tiempo para pensarlo. Podríais iros corriendo por el bosque, columpiaros, hacer dibujos con lápices de colores o abrazaros a un árbol. Una vez, que hayas hecho tu lista, procura practicar en tu tiempo libre ¡Permítete empezar a sanar!
escríbelo ahora, y repásalo como el que prepara la lección de mañana…
1…….
2……
3….
4…
5….
2 ¡Fíjate en todo lo que has descubierto! Pues, adelante… ¡se te pueden ocurrir cosas tan divertidas para ti y tu niña! Y siente cómo va sanando la relación que hay entre vosotras y te vas sintiendo cada vez más feliz porque te das cuenta que sonríes más.
EJERCICIO: CREAR TU LISTA DE AGRADECIMIENTOS
¿Por qué estás agradecido? ¿Cómo empieza tu día? ¿Qué es lo primero que dices por la mañana? ¿Es positivo o negativo? Cada vez que me siento un poquito baja de ánimos practico la gracia terapia… Enumera por lo menos diez cosas por las cuales estés agradecido en tu vida.
Escribe tu lista de agradecimientos: no hay límite de tiempo.
Siempre puedes añadirle cosas. Cierra los ojos, y piensa realmente antes de escribir
La gratitud es una energía de vibración positiva. Cuando agradecemos estamos poniendo nuestra atención en aquellas cosas que nos rodean y nos hacen felices
Agradecer cada día algo positivo, aunque sean cosas pequeñitas te ayudaran a sentirte afortunada y más feliz en tu vida. Y cuando vuelvas a releerla te darás cuenta de la cantidad de cosas que tienes a tu alrededor para agradecer.
Y mañana seguiremos…. no hay que pretender cambiar el mundo en 7 días…solo a nosotros mismos y paso a paso… tienes todo el tiempo del mundo….
Entrevista realizada por el periodista Rafael Santandreu al Psicólogo y escritor Andrea Fiorenza:
Andrea Fiorenza, psicólogo y escritor, es experto en solucionar problemas emocionales con estrategias rápidas e ingeniosas, ha compilado todo su saber en un libro: «99 Estrategias para superar el miedo».
Periodista Rafael Santandreu: En su libro menciona hasta 99 trucos para vencer el miedo.
Explíqueme alguno:
Fiorenza: Por ejemplo, está el «declarar la propia debilidad». Una pareja de chicos que se iban a casar tenían mucho miedo a hacer algo mal, tenían «miedo escénico». Yo les dije: «Antes de que empiece la «función», decid: «Queridos parientes y amigos, os rogamos que nos perdonéis por anticipado si cometemos algún error, estamos muy tensos y emocionados». Así lo hicieron y desaparecieron la ansiedad de golpe.
¿Y por qué funciona declarar el miedo en público?
Fiorenza: Porque lo que produce la escalada de ansiedad es querer ocultar el temor. Una vez que se declara, el miedo va desapareciendo.
¿Qué psicoterapia es ésta que usa estrategias mentales?
Fiorenza: Se llama «Terapia Estratégica” o «Centrada en la solución». Eso significa que analizo cómo funciona el problema que me trae la persona y la solución que ha probado hasta el momento. Después, le propongo que haga algo completamente diferente, algo que impida que el problema pueda seguir funcionando.
¿De dónde surge esta terapia? quién la inventó?
Fiorenza: Fue un mítico psiquiatra llamado Milton Erickson. Cuando era pequeño sufrió poliomielitis y estuvo postrado en cama. Allí sin poder moverse, se entretuvo observando el comportamiento de su familia y amigos.
A partir de allí, se pasó su vida investigando cómo resolver los problemas humanos de la manera más sencilla posible. Podía curar manías o miedos serios en una sola sesión.
¿Una vez curada, ¿no le entrarían a la persona otros miedos?
Fiorenza: No, el mismo problema no suele volver. A veces, los pacientes regresan al cabo de años con otro trastorno, pero igual pasa con el dentista: te quitan una carie y quizás vuelvas con otra al cabo de un tiempo.
¿Existe un remedio general para combatir el miedo?
Fiorenza: No evitarlo. Encararlo y traspasarlo. Cada vez que evitamos una situación porque nos genera cierta aprensión, nos arriesgamos a que la aprensión crezca. El remedio es no evitar.
¿Los síntomas tienen una utilidad verdad?
Fiorenza: Si, una vez vinieron a verme unos padres que tenían un hijo rebelde, intratable y otro, todo lo contrario, muy amoroso.
Delante de todos, le dije solemnemente al chico malo: «Tu familia debería agradecerte lo que haces porque, en realidad, con tus actos de rebeldía, haces que tu hermano se destaque, que sea el hijo perfecto. Tú te sacrificas por él». Y a partir de ese día, dejó de rebelarse porque decidió que no quería sacrificarse más.
¿Se trata de un truco o era verdad lo que usted dijo?
Fiorenza: Era verdad. Pero fue una verdad que dicha en ese momento, de manera solemne, sirvió para desencadenar un cambio muy importante en esa familia.
Otra de sus especialidades es el trabajo con niños. ¿Cuáles son los casos que más trata?
Fiorenza: los padres están muy preocupados por el fracaso escolar, porque sus hijos no estudian.
¿Qué hacer entonces?
Fiorenza: los padres deben decirle al chico: «A partir de mañana, vas a tener que sentarte frente a los libros durante 50 minutos cada día. Puedes estudiar o no, pero no podrás moverte de allí.
Después durante el resto del día, está prohibido estudiar»
¿De verdad estudian así?
Fiorenza: funciona muy bien porque después de unos días ahí sentados sin poder hacer otra cosa, se aburren y empiezan a ver que es mejor estudiar qué no hacer nada. Y así sin darse cuenta, descubren que estudiar puede ser entretenido.
¿Por qué hay tantos problemas con los niños en la actualidad?
Porque se ha perdido el concepto de jerarquía. Se ha impuesto una filosofía familiar equivocadamente igualitaria. Cuando el niño o el joven intentan saltarse las normas, no hay que dejarse ganar el pulso. Esto ha sido siempre así y sigue vigente. También hay que darles mucho amor, pero eso no es incompatible con la autoridad.
DESATAR LOS NUDOS DE LA MENTE:
OBSERVA EL NUDO: frente a cualquier problema, hay que dedicar un tiempo a fijarse en cómo funciona, quienes están implicados, qué fuerzas lo mantienen como problema. Sólo un análisis de todo el «sistema» podrá ofrecer la solución más fácil, efectiva y duradera.
Muchas veces en lugar de cambiar de estrategia, aplicamos más de lo mismo hasta que ya no vemos otra solución. Y así el problema se hace crónico.
Para salir del círculo vicioso en que metemos a la mente, cabe probar cualquier respuesta diferente. Nos sorprenderán las consecuencias que puede tener en todo el sistema. La tendencia, entonces, suele derivar hacia la solución.