Oráculo Osho Zen del 31 al 38

Oráculo Osho Zen del 31 al 38

Oráculo Osho Zen del 31 al 38. MAESTROS DE LA MENTE.

Oráculo Osho Zen carta 31. Control. Rey de las nubes.

Oráculo Osho Zen carta 32. Moralidad. Reina de las nubes.

Oráculo Osho Zen carta 33. Luchando. Caballero de las nubes.

Oráculo Osho Zen carta 34. Mente. Paje de las nubes.

MAESTROS DE LOS FÍSICO

Oráculo Osho Zen carta 35. Abundancia. Rey del arco iris.

Oráculo Osho Zen carta 36. Floreciendo. Reina del arco iris.

Oráculo Osho Zen carta 37. Lentamente bajando. Caballero del arco iris.

Oráculo Osho Zen carta 38. Aventura. Paje del arco iris.

31. Control

Las personas controladas siempre están nerviosas, porque en lo profundo está oculto un torbellino. Si no estás controlado, si fluyes, si estás vivo, entonces no te sientes nervioso. No tiene sentido estar nervioso: lo que tiene que suceder sucede. No tienes expectativas con respecto al futuro, no estás fingiendo. Así que, ¿por qué tendrías que estar nervioso?

Para controlar esta mente, uno tiene que permanecer tan frío y congelado, que la energía vital penetra en el cuerpo. Si se permite a la energía moverse, toda esta represión saldrá a la superficie. Por eso, la gente ha aprendido a ser fría, a tocar a otros sin tocarlos, a ver a otros sin verlos. La gente vive con clichés: «hola, ¿cómo estás?». A nadie realmente le importa. Esto solamente se hace para evitar el encuentro real entre dos personas. La gente no se mira a los ojos, no se coge de las manos, no intenta sentir la energía del otro, no se permiten fluir el uno con el otro. Tienen miedo; simplemente aguantan. Fríos y muertos, están metidos en una camisa de fuerza.

Comentario:

Hay un momento y un lugar para el control, pero si dejamos que lleve las riendas de nuestras vidas, terminaremos completamente rígidos. La figura está encajonada dentro de los ángulos de las formas piramidales que la rodean. La luz produce destellos y reflejos en la superficie brillante, pero no penetra. Es como si se hubiese quedado casi momificada, dentro de esta estructura que ha construido alrededor de sí. Sus puños están apretados y su mirar es vacío: casi ciega. La parte inferior de su cuerpo, debajo de la mesa, tiene punta de cuchillo; es una esquina cortante que divide y separa. Su mundo es ordenado y perfecto, pero no está vivo; no puede permitir ninguna vulnerabilidad o espontaneidad dentro de sí.

La imagen del Rey de las Nubes nos recuerda inspirar profundamente, aflojar nuestro cuello y tomarlo con calma. Si se cometen errores, está bien. Si las cosas se salen un poco de tus manos, posiblemente es lo que el doctor ha prescrito. La vida te ofrece mucho, mucho más que el hecho de llevar «las riendas de las cosas».

32. Moralidad

Bodhidharma trasciende en mucho a los moralistas, a los puritanos, a los mal llamados «buena gente», a los que hacen el bien. El ha tocado el verdadero meollo. Hasta que la consciencia surja en tí toda tu moralidad es falsa, toda tu cultura es simplemente una delgada capa que puede ser destruida por cualquiera. Pero una vez tu moralidad ha surgido de tu estado de alerta, no a raíz de una cierta disciplina, entonces es un asunto totalmente diferente. Entonces responderás en cada situación desde tu consciencia: cualquier cosa que hagas será buena.

La consciencia no puede hacer nada que sea malo. Esta es la más excelsa belleza de la consciencia: que cualquier cosa que surja de ella es simplemente hermosa, simplemente es adecuada, y se hace sin ningún esfuerzo, sin ninguna práctica. Así que, en vez de cortar las ramas y las hojas, corta la raíz. Y para cortar la raíz no existe más que un solo método: el método de estar atento, de estar alerta, de ser consciente.

Comentario:

La moralidad ha restringido todo el jugo y energía de la vida a los límites estrechos de la mente. Allí no puede fluir, aunque, ella se ha convertido en una «vieja pasa seca». Todas sus pautas de conducta son muy pulcras, rígidas y severas, y está siempre lista para ver la situación en blanco y negro, como la joya que lleva alrededor de su cuello.

La Reina de las Nubes está al acecho en las mentes de todos los que hemos crecido con las ideas rígidas de lo bueno y lo malo, del pecado y la virtud, de lo aceptable y lo no aceptable, de lo moral e inmoral. Es importante recordar que todos estos perjuicios de la mente no son más que productos de nuestro condicionamiento. Y bien sea que nuestros prejuicios se apliquen a nosotros mismos o a otros, nos impiden experimentar la belleza y divinidad que yace en el interior. Sólo cuando atravesamos la jaula de nuestros condicionamientos y buscamos la verdad en nuestros corazones, podemos empezar a ver la vida como es realmente.

33. Luchando

En un momento dado estaba ahí y al momento siguiente se ha ido. En un momento estamos aquí y al siguiente momento nos hemos ido. Y para este simple momento cuánto alboroto: tanta violencia, ambición, lucha, conflicto, ira, odio… ¡Y todo por este pequeño instante! Esperamos simplemente a que llegue el tren en la sala de espera de una estación y creamos mucho alboroto: luchamos, nos hacemos daño unos a otros, tratamos de poseer, tratamos de dirigir, tratamos de dominar: todo es política. Y entonces llega el tren y te habrás ido para siempre

Comentario:

La figura de esta carta está completamente cubierta con una armadura. Solamente es visible su mirada de ira y el blanco de sus nudillos en sus apretados puños. Si observas la armadura un poco más de cerca, puedes ver que está cubierta de botones, listos para detonar si alguien se acerca demasiado a ellos. En el fondo, en la sombra, vemos una película que pasa por la mente de este hombre: dos figuras luchando por un castillo.

Un temperamento explosivo o una furia abrasadora a menudo ocultan un sentimiento profundo de dolor. Pensamos que así asustamos a la gente y la alejamos, podemos evitar el ser heridos todavía más. En realidad, sucede simplemente lo opuesto: al cubrir nuestras heridas con una armadura estamos impidiendo que se curen. Al fustigar a otros nos impide recibir el amor y el cuidado que necesitamos.

Si esta descripción parece que se refiere a ti, es el momento de dejar de pelear. Hay tanto amor a tu alcance, si sólo lo dejas entrar. Empieza por perdonarte a ti mismo: te lo mereces.

34. Mente

Esta es la situación con tu mente: veo manillares de bicicleta y pedales, cosas extrañas, que has recogido de todas partes. Una mente tan pequeña… ¡y no queda espacio para que se pueda vivir dentro de ella! Y toda esta basura continúa moviéndose en tu mente; tu mente continúa hilando y tejiendo: te mantiene ocupado.

Solamente piensa en el tipo de pensamientos que continúan dentro de tu mente. Un día, siéntate simplemente, cierra las puertas y escribe por media hora todo lo que pasa por tu mente y entonces comprenderás lo que quiero decir y te sorprenderás de ver lo que sucede dentro de tu mente. Siempre está ahí en el fondo, está ahí constantemente, te rodea como una nube. Con esta nube no puedes conocer la realidad, no puedes tener una percepción espiritual.

Esta nube tiene que dejarse de lado y solamente con tu decisión de dejarla conseguirás que desaparezca. Tú estás agarrado a ella: la nube no tiene ningún interés en ti, recuérdalo.

Comentario:

Esto es lo que sucede cuando olvidamos que la mente está hecha para ser un sirviente y empezamos a dejar que gobierne nuestras vidas. La cabeza está llena de mecanismos, la boca vocifera y delira, y toda la atmósfera que nos rodea está siendo contaminada por esta fábrica de argumentos y opiniones.

Pero tú dices: «Espera», «la mente es lo que nos hace humanos, es la fuente de todo progreso, de todas las grandes verdades». Si tu crees en esto, intenta un experimento: ve a tu habitación, cierra la puerta, pon una cinta para grabar y concédete el permiso de decir, de expresar todo lo que hay en tu mente. Si permites realmente que todo salga sin ninguna censura o control, te quedarás sorprendido con la cantidad de basura que arrojarás como un vómito.

El Paje de las Nubes te está diciendo que alguien, en algún lugar, está atrapado en un «enredo mental». Echa una mirada y asegúrate que no eres tú.

35. Abundancia

En el Este, la gente ha condenado el cuerpo, ha condenado la materia, ha llamado a la materia «ilusoria», maya. Esta no existe realmente, solamente parece como si existiera; está hecha del mismo material del que están hechos los sueños. Ellos negaron el mundo y ésta es la razón por la cual el Este continuó siendo pobre, enfermo, hambriento.

Media humanidad ha estado aceptando el mundo interior, pero negando el mundo externo. La otra media humanidad ha estado aceptando el mundo material y negando el mundo interior. Ambos están a medias y ningún hombre que sea incompleto puede estar satisfecho. Tienes que ser completo: rico en el cuerpo, rico en la ciencia, rico en meditación, rico en conciencia. Sólo una persona completa es una persona sagrada, en lo que a mí respecta.

Quiero que Zorba y Buda se encuentren. Zorba solo, está vacío. Su danza no tiene un significado eterno, es un placer momentáneo. Pronto se cansará de ella. A menos que tengas fuentes inagotables que las puedas obtener desde el mismo Cosmos… A menos que te vuelvas existencial, no puedes volverte total. Esta es mi contribución a la humanidad: la persona completa.

Comentario:

Este carácter dionisíaco es la figura misma de un hombre total, un «Zorba el Buda», quien puede beber vino, danzar en la playa y cantar en la lluvia y, al mismo tiempo disfrutar de las profundidades del saber y entendimiento que pertenecen al sabio. En una mano sostiene el loto, lo que indica que respeta y contiene en sí mismo la gracia de lo femenino. Su pecho al descubierto (un corazón abierto) y su vientre relajado, muestran que también se encuentra en paz con su masculinidad, lo que le hace profundamente autónomo. Los cuatro elementos: tierra, fuego, agua y cielo se unen con el Rey del Arco Iris, quien se sienta sobre el libro de la sabiduría de la vida.

Si eres una mujer, el Rey del Arco Iris brinda el apoyo para que traigas tus propias energías masculinas a tu vida, en una unión con el alma gemela dentro de ti. Para un hombre, esta carta representa una época de romper con los estereotipos masculinos convencionales y permitir a la plenitud de todo el ser humano brillar.

36. Floreciendo

El Zen quiere que vivas, que vivas en abundancia, que vivas en la totalidad, que vivas intensamente; no al mínimo, como lo quiere el cristianismo, sino al máximo, rebosante.

Tu vida tendría que llegar a otros. Tu dicha, tu bendición, tu éxtasis no tendría que contenerse en el interior, como una semilla. Tendría que abrirse como una flor y expandir su fragancia a todos y cada uno, no sólo a los amigos sino también a los extraños.

Esta es la compasión real, éste es el verdadero amor: compartir tu iluminación, compartir tu danza del más allá.

Comentario:

La Reina del Arco Iris es como una planta fantástica que ha llegado a la cima de su florecimiento y de su colorido. Es muy sexual, muy vital y llena de posibilidades. Chasquea sus dedos con la música del amor y su collar con los signos del zodiaco está puesto de tal forma que Venus descansa sobre su corazón. Las mangas de su vestido contienen abundancia de semillas y, cuando sople el viento, las semillas se esparcirán para echar raíces donde puedan. A ella no le importa si caen en la tierra o en las rocas; simplemente las esparce a todos lados en celebración profunda de vida y amor. Las flores caen desde arriba, en armonía con su propio florecimiento, y las aguas de la emoción ondean juguetonamente debajo de la flor en la que ella se sienta.

Puede que ahora mismo te sientas como un jardín de flores; regado de bendiciones que vienen de todas partes. Da la bienvenida a las abejas, invita a los pájaros a beber de tu néctar. Esparce tu gozo alrededor y compártelo con todos.

37. Lentamente bajando

La meditación es una forma de medicina: se usa solamente por el momento. Una vez has aprendido la cualidad, no necesitas hacer una meditación en particular, la meditación se ha extendido a toda tu vida. Caminar es Zen, sentarse es Zen.

Entonces, ¿Cuál será la cualidad? Observando, alerta, gozoso, sin metas, centrado, amoroso, fluyendo, uno camina. Y la caminata se convierte en un paseo. Amoroso, alerta, observador, sin motivos. No te sientas por un motivo particular. Simplemente disfrutas de lo hermoso que es sentarse sin hacer nada, qué relajante, cómo descansa… Después de una caminata, te sientas debajo de un árbol y la brisa viene y te refresca. A cada momento uno tiene que encontrarse a gusto con uno mismo, sin intentar mejorar, sin cultivar nada, sin practicar nada.

Caminar es Zen, sentarse es Zen. Hablando o en silencio, moviéndose o inmóvil, la esencia se encuentra a gusto. La esencia se encuentra a gusto, ésta es la frase clave. Esta es la llave resumida, hagas lo que hagas, en lo más profundo de tu ser permanece a gusto, fresco, calmado, centrado.

Comentario:

El Caballero del Arco Iris nos recuerda que, precisamente como esta tortuga, cargamos con nuestra casa a cualquier sitio donde vamos. No hay necesidad de afanarse, no hay necesidad de buscar refugio en todas partes. Aunque nos movamos en las profundidades de las aguas emocionales, podemos permanecer contentos con nosotros mismos y libres de ataduras.

Es un momento en que estás listo para abandonar todo tipo de expectativas que has tenido sobre ti mismo y sobre otra gente, y asumir la responsabilidad por cualquier ilusión que hayas podido estar llevando. No hay necesidad de hacer nada más que descansar en la plenitud de lo que eres ahora mismo. Si deseos, esperanzas y sueños se están disolviendo, tanto mejor. Su desaparición está abriendo espacio para que se produzca una nueva cualidad de quietud y aceptación de lo que es, y serás capaz de dar la bienvenida a ese desarrollo de una forma que nunca fuiste capaz de hacer antes. Saborea esta cualidad de ir más despacio, de llegar a descansar y reconocer que ya estás en casa.

38. Aventura

El Zen dice que la verdad no tiene nada que ver con la autoridad, que la verdad no tiene nada que ver con la tradición, que la verdad no tiene nada que ver con el pasado. La verdad es una realización radical, personal. Tú tienes que llegar a ella.

El conocimiento viene, ciertamente. La búsqueda del conocimiento personal es muy, muy ardua. Nadie la puede garantizar. Si me preguntas si puedo garantizar algo, yo solo te puedo garantizar una larga aventura, con todas las posibilidades de perderte y no llegar nunca a la meta. Sin embargo, hay algo cierto: la misma búsqueda te ayudará a crecer. Solamente puedo garantizarte crecimiento. Habrá peligro, habrá sacrificio, cada día te moverás hacia lo desconocido, hacia lo imprevisto y no habrá un mapa que seguir, ninguna guía para seguir. Sí, hay millones de peligros y te puedes perder, te puedes distraer, pero esta es la única forma en la que uno crece. La inseguridad es la única forma de crecer; enfrentar el peligro es la única forma de crecer; aceptar el desafío de lo desconocido es la única forma de crecer.

Comentario:

Cuando en verdad tenemos el espíritu de aventurero, nos movemos precisamente como este niño. Llenos de confianza, salimos de la oscuridad del bosque hacia el arco iris de luz. Vamos paso a paso, atraídos por nuestro sentido del asombro, hacia lo desconocido.

La aventura, en realidad, no tiene nada que ver con mapas, planes y programas de organización. El Paje del Arco Iris representa una cualidad que puede venir a nosotros en cualquier lugar: en casa o en la oficina, en el desierto o en la ciudad, en un proyecto creativo o en nuestras propias relaciones con otros. Cada vez que nos movemos hacia lo nuevo y lo desconocido con el espíritu confiado de un niño inocente, abierto y vulnerable, incluso las cosas más pequeñas de la vida pueden convertirse en las aventuras más grande. Cuando en verdad tenemos el espíritu de aventurero, nos movemos precisamente como este niño. Llenos de confianza, salimos de la oscuridad del bosque hacia el arco iris de luz. Vamos paso a paso, atraídos por nuestro sentido del asombro, hacia lo desconocido.

La aventura, en realidad, no tiene nada que ver con mapas, planes y programas de organización. El Paje del Arco Iris representa una cualidad que puede venir a nosotros en cualquier lugar: en casa o en la oficina, en el desierto o en la ciudad, en un proyecto creativo o en nuestras propias relaciones con otros. Cada vez que nos movemos hacia lo nuevo y lo desconocido con el espíritu confiado de un niño inocente, abierto y vulnerable, incluso las cosas más pequeñas de la vida pueden convertirse en las aventuras más grande.