Decido Ser Feliz
Para beneficiar de tu verdadera posición al respecto, permítete estar realmente atento a tus emociones. Nuestras emociones, son nuestros mejores indicadores. Ellas nunca mienten, su única y verdadera función es, indicarnos si lo que estamos experimentando y atrayendo a nuestra vida, es lo que en realidad queremos o justamente… lo contrario.
Ilustremos esto con un ejemplo bastante común: Una persona quiere comprarse una casa. Pero cuando ve alguna que se parezca a lo que ella quiere, sienta tristeza, ansiedad, miedo, envidia… y/o toda una serie de emociones negativas, por no poder tenerla todavía. En lugar de alegrarse y de empezar a tener pensamientos constructivos y emprender nuevas acciones para atraerla, esta persona simplemente se está creando sufrimiento.
Es bastante sencillo de ver aquí que en realidad su único problema es, su propio enfoque negativo. Que el mensaje que está enviando, sólo conlleva vibraciones lentas y débiles causadas por, y desde el miedo y la carencia, atrayendo así más de lo mismo.
La buena noticia es que, este tipo de comportamiento, no es una obligación para nadie.
Veamos ahora otra posibilidad de acción, desde otra perspectiva y enfoque. Una persona quiere comprarse una casa, pero aún no tiene el dinero para ello. No obstante, decide pasear con frecuencia por la zona donde siente ilusión por comprar su casa. Desde este disponibilidad e ilusión, se siente realmente a gusto y como apoyada. Ve algunas casas que se adecuan a sus deseos y esto, le procura confianza. Pues, lo que quiere ¡ya existe! A esta persona, a partir de este momento, le gusta verse, imaginarse, a sí misma viviendo allí. Disfruta de lo que siente al tumbarse en el jardín al lado de la piscina, se alegra al visualizarse cocinando con esas preciosas vistas a la montaña, siente su respiración aumentar al salir caminando por algún sendero vecino de su casa, etc.
Aquí comienza la parte más importante del proceso. ¿Qué es lo que está sintiendo?
Alegría, felicidad, tranquilidad… y toda una serie de emociones agradables que toman y requieren todo su espacio, mental y emocional.
Desde su bienestar y buena disposición, esta persona está mandándole al Universo, el mensaje claro de que, esa sensación es, la que le corresponde y realmente quiere materializar y disfrutar, de modo que, el Universo alinea su frecuencia con ella para que encuentre la forma más rápida y más fácil, de comprar una de estas casas.
Lo único que necesita hacer esta persona, es permanecer atenta a sus emociones agradables al pensar en su casa ideal, mantenerse así enfocada con sus emociones y pensamientos con la mayor frecuencia que le sea posible, y escuchar los mensajes que le faciliten su obtención.
Veamos ahora un ejemplo con la pareja. En muchas ocasiones, las personas que se encuentran sin pareja, o las que no están a gusto con la que tiene, sienten tristeza y/o envidia, al ver a una pareja feliz…
Porque solo se están focalizando en lo que les falta, en su carencia, la mayoría de las personas, atraen más de lo mismo… Hasta que un día, se permiten preguntarse a sí mismas: ¿Qué es lo que hace que atraiga situaciones que yo no me gustan a mi vida?
Y entonces se enfoquen en esta simple pregunta que, si te fijas bien, conlleva tu respuesta: ¿Qué puedo hacer?
Una simple pregunta, permite un nuevo enfoque. El darse cuenta y pararse a pensar, implica un cambio de emociones con frecuencia. La pregunta hacia uno mismo es constructiva, ella es el detonante de un cambio total de vida.
Confía tanto como te sea posible en ti mismo, en la vida. Disfruta sabiendo que eso que tú deseas experimentar, conseguir, aumentar o multiplicar, ya sea una pareja, un trabajo, salud, situaciones placenteras, amistades… está ahí para ti… esperándote a que elijas disfrutarlo.
Si, aun así, encuentras dificultades importantes, bloqueos, resistencias que te impidan sentir que sí, que tú te mereces disfrutar de todo lo bueno, que la Vida te puede dar todo lo que deseas y que eso es tu derecho de nacimiento, entonces es fundamental realizar un trabajo de identificación y sanación de emociones y patrones aprendidos.
Elige tú, donde te enfocas.
Todos habréis oído hablar de la llamada: Crisis económica mundial.
Una Crisis social, no es otra cosa que el reflejo de una crisis emocional colectiva.
Una persona, albergando pensamientos negativos de carencia a cualquier nivel, por la Ley de la Atracción, va a atraer situaciones de carencia a su vida; estas situaciones, sin duda y como es fácil de observar, afectarán a los que estén a su alrededor: familia, amigos, vecinos, colegas de trabajo…
Si un solo individuo, puede causarse y expandir tal malestar, ¿Cuál será el poder de expansión del malestar cuando, diez personas de un mismo vecindario, están enfocadas en lo negativo: ¿en la carencia, el miedo, la inseguridad…?
¿Qué crees que estarán atrayendo estas diez personas mientras, piensan sienten y hablan, solo desde el miedo y la falta total de confianza propia y de autoestima, que estarán provocándose a sí mismas sino es, más fe en la inseguridad, la rabia, el sentimiento de injusticia, o sea, más de lo mismo?
¡Fíjate en esto, diez personas negativas afectan porque influencian, a todo el vecindario!
Si seguimos observando la realidad de este fenómeno, veremos que este vecindario, está aumentando sin darse cuenta, el poder de atraer situaciones de carencia que se extenderán, a un barrio entero, y este barrio, a otros barrios vecinos y así, a ciudades enteras, a países…
Seguro que, si te paras ahora a pensarlo tú mismo, podrás ver con claridad, la rapidez y la facilidad que tiene para crecer este efecto negativo.
¿Qué es una crisis, más que el resultado de pensamientos negativos, repetitivos y transmitidos, albergados, en varias personas simultáneamente?
Es posible que pienses aun… “entonces no hay nada que yo pueda hacer para cambiar una situación…” “irremediablemente me tengo que adaptar a la crisis…”
¡FALSO! Nada está más lejos de la realidad.
Observa tú mismo ¿Qué es lo que ocurre en tu casa, o en tú lugar de trabajo, o bien en una reunión entre amigos, cuando un solo individuo, empieza una conversación de forma negativa?
También puedes pensar ahora que, difícilmente, puedes evitar esa ola negativa cuando, el periódico que compras por las mañanas habla de la crisis, cuando la televisión que escuchas en hora de máxima audiencia habla de la crisis, cuando en el bar donde bajas a tomar café por las mañanas, tienen la televisión puesta y también llama tu atención, por si te hubieras olvidado unos instantes, de la crisis, cuando los colegas en la misma oficina, te la recuerdan constantemente para no sentirse solos en su miedo a la crisis, cuando aún los amigos o familiares, con los cuales te juntas para compartir momentos privilegiados, de bienestar y de gozo, quieren compartir esa nube oscura que pesa demasiado sobre sus cabezas…
¿Te sentirías culpable de no escucharles al menos?
¿Qué tipo de solidaridad, les estas ofreciendo a todos estos, cuando te pierdes con ellos por esos niveles de vibración baja y tú mismo quedas atrapado?
Pero … ¿te has preguntado, ¿qué es lo que tú puedes hacer personalmente, para evitar y protegerte de esa ola venenosa colectiva, que va creciendo al ritmo de la atención que cada uno le va prestando, y que envenena tus días, porque tú mismo le permites que se apodere de ti?
¿Crees realmente, que es mejor engancharte al barco que se está hundiendo, por no salvarte solo?
Los últimos avances científicos, en el campo de la física cuántica, han corroborado hace tiempo ya, el descubrimiento de que en realidad son nuestros pensamientos e intenciones los que dan forma, y moldean nuestra realidad.
Te daré un ejemplo, de los numerosos experimentos que se están llevando:
Se divide en dos a un grupo de observadores. A cada uno se le pone delante de una olla de agua, puesta a hervir. Al uno grupo A se le instruye a pensar, que el agua va a hervir rápidamente. Al grupo B se le instruye a pensar que el agua va a tardar mucho en hervir. Los resultados es que el agua tardaba efectivamente menos tiempo en hervir en el primer grupo que en el segundo.
Vuelve a ti unos instantes y, pregúntate: ¿Cómo me sentiría yo mismo y que le aportaría a mi entorno si, en lugar de enfocarme yo también en la crisis, me enfocase en la abundancia y la multiplicidad de mi vida, en disfrutar y compartirla?
¿Qué ocurriría cuando en lugar de añadirle mi voz a esa ruidosa colectiva, se la quitara disminuyendo así mi propia ansiedad y sus fuerzas de propagación?
¿Realmente me sentiría culpable, si eligiera focalizarme única y exclusivamente en la belleza y la abundancia?…
¿Puede ser que me sintiera ridículo, al confiar en mí mismo y en el poder divino que me ofrece naturalmente la utilización, a mi favor, de su ley de la atracción?
¿Qué ocurriría en mi propio hogar, si al llegar del trabajo por la tarde, disfrutara de la compañía de los míos, o bien leyendo algún libro tocando algún instrumento de música… en lugar de sentarme a ver la televisión, o de olvidarme del tiempo delante de la pantalla de mi ordenador, o bien de releer el periódico?
¿A quién le molestaría en realidad el que yo recuperase mi poder y mi libre albedrio, para crecer y poner todo mi empeño y mi atención en lo que a mí me gusta y me interesa?
¿Le estoy haciendo un favor a alguien al maltratarme enfocándome en el miedo y el malestar colectivo?
Piensa ahora, en el poder de una sola velita encendida, en toda una cueva oscura. Veras que, por muy pequeña que sea, tiene el poder suficiente de influenciar el espacio a su alrededor, y que, aunque no alumbre mucho, ha transformado inmediatamente a la oscuridad profunda, sin ningún tipo de lucha ni esfuerzo, en un espacio viable.
Infórmate tú mismo y date cuenta: en cada crisis, ha habido y hay personas que se enriquecen, personas que no se molestan en que haya una crisis o que deciden prestarle su atención a lo bueno, al sí, puesto que el no, ya lo tienen todos. Estas personas, son ejemplos de que, en cualquier momento, se pueden comenzar negocios fructíferos…
Nuestra empresa “Atrévete a ser feliz”, proporciona cursos de la ley de la atracción, durante los cuales cada alumno re- aprende a utilizar su propio poder de atracción, a reconocerse como individuo libre de elegir las experiencias que enriquecen y fortalecen su vida.
La ley de la Atracción es una ley Universal, científicamente probada y que, todos tenemos la posibilidad de utilizar a nuestro favor.
Nuestros alumnos, con la ayuda de nuestros cursos de la Ley de la Atracción, están consiguiendo resultados muy fructíferos en los distintos aspectos que cada uno elige, y, el hecho de que sea un momento de crisis económica, no les está afectando sino más bien todo lo contrario.
Piénsalo por un momento: el Universo quiere que disfrutemos, que gocemos de una abundancia total. En una época en que, la mayoría de las personas, están enfocadas en lo negativo y en la carencia, el Universo está más que dispuesto a ofrecerte todo lo que pidas. Él sólo desea que disfrutes. Pues cuanto más disfrutas con tu propia vida, más estas aumentando su propia luz. Es fácil de entender si te fijas en el mismo cielo que te rodea, solo hay luz y oscuridad. La Alegría es luminosa, ella es el motor de la vida, ¿Pero ¿qué estás generando cuando te enfocas en el dolor, en el miedo, en la queja, sino más de la misma oscuridad?
La crisis nunca existió ni existirá a nivel social, pues, no es ningún tipo de catástrofe natural que se vaya a manifestar de repente para destruirnos o como muchos de nosotros lo pensamos, para castigarnos. No, necesita empezar primero por un individuo que se la transmite a diez, tampoco puede seguir creciendo si estos diez no se la transmiten a cien, los cuales la expanden a miles y millones…
¿Qué podrías hacer, tú solo, para contrarrestar ese efecto colosal sino, prestarle toda tu atención a tu propio bienestar innato y contagioso?
Si la crisis ha sido creada por el miedo que muchas personas han potenciado a la vez, también podríamos revertir sus efectos, precisamente enfocándonos en la abundancia y la belleza que nos ofrece la vida misma.
Sí, hay algo, que tú, yo, y todos nosotros podamos hacer para permitirle un cambio positivo a las cosas, y, lo primero que puedes hacer, si no lo has hecho ya, es dejar de escuchar y ver las noticias. No permitas que nadie te hable de la crisis, ni de cosas negativas… Protege y aumenta tus vibraciones. ¡Recupera tu poder y disfruta de un cotidiano donde, el Bienestar y la Paz tienen un sitio preponderante! Focalízate en la belleza.
¡Atrévete a Disfrutar!
¡GRACIAS!
Los demás son reflejos de mi propia evolución. Estoy atento o atenta a las señales a lo largo del día. También doy gracias interiormente por esta ayuda.
Me gusta, sin excepción, cada estación del año; cada una de ellas me enriquece, con sus innombrables diferencias. Me gusta la multiplicidad.
Me amo y apruebo en cada aspecto de mi personalidad; me resulta fácil cambiar aquello que no aprecio de mí. Soy libre de evolucionar a mi propio ritmo.
Dar gracias por todo, y por cada cosa, me resulta natural; es una manera sencilla de recordar que soy la conexión misma entre la vida terrestre y el espacio.
Siento mucha gratitud por mi salud, me encanta darme cuenta de mi bienestar innato. Me gusta disfrutar y aumentar mi vitalidad cotidiana.
Me he dado cuenta de que mi mente e, una fuente luminosa y de que cada uno de mis pensamientos, es una gotita de ella. Elijo privilegiar esta realidad a partir de hoy.
Confío en mis propios sentimientos y emociones como indicadores en mi cotidiano. Mi mente es un motor inagotable de pensamientos hermosos.
Atraigo la gracia y doy gracias por existir, y ser libre de disfrutar de este nuevo día.
Tengo muy claro y presente, que mis pensamientos, son los principales creadores de mis vivencias.
Cuando enfoco mis pensamientos en lo bueno que tiene mi vida, ya estoy atrayendo más cosas buenas a mi cotidiano.
Cada mañana, al despertar, respiro profundamente y doy gracias a la vida; pues ya conozco su respuesta.
Me siento apoyado, apoyada y amado, amada por el Universo que me ha creado. Soy un canal de alegría, abundante y comunicativa.
Comunicar desde mi poder interior me hace sentir más feliz aún. Hoy es un bonito día más. Me siento libre.
Mi relación con los demás es cada día más sincera. Soy responsable de la persona en la que me convierto. Me gusta sentir que vibra mi autenticidad.